558.- Del loor de Espanna como es complida de todos bienes
«Pues que el rey Rodrigo et los cristianos fueron venzudos et muertos, la muy noble yente de los godos que muchas batallas crebantara, et abaxara muchos regnos, fue entonces crebantada et abaxada, et las sus preciadas señas abatidas. [...]
Todos deben por esto aprender que non se deba ninguno preciar: nin el rico en riqueza, nin el poderoso en su poderio, nin el fuert en su fortaleza, nin el sabio en su saber, nin preciar, preciese en servir a Dios, ca él fiere et pon melezina, éll llaga et él sanna, ca toda la tierra suya es; e todos pueblos et todas las yentes, los regnos, los lenguages, todos se mudan et se camian, mas Dios criador de todo siempre dura et está en un estado.
E cada una tierra de las del mundo et a cada provincia honró Dios en señas guisas et dio su don; mas entre todas las tierras que éll honró más, España la de occidente fue; ca a esta abastó él de todas aquellas cosas que homne suel cobdiciar. Ca desde que los godos andidieron por las tierras de la una parte et de la otra provándolas por guerras et por batallas et conquiriendo muchos logares en las provincias de Asia et de Europa, asi como dixiemos probando muchas moradas en cada logar et catando bien et escogiendo entre todas las tierras el mas provechoso logar, fallaron que España era el meior de todos, e muchol preciaron más que a ninguno de los otros, ca entre todas las tierras del mundo España ha una estremanza de abondamiento et de bondad más que otra tierra ninguna.
Demás es cerrada toda en derredor: dell un cabo de los montes Pireneos que llegan fasta la mar, de la otra parte del mar Occeano, de la otra del mar Tirreno. Demas es en esta España la Gallia Gotica que es la provincia de Narbona desouno con las cibdades Rodes, Albia et Beders, que en el tiempo de los godos pertenescien a esta mism provincia. Otrosi en Africa habie una provincia señora de diez cibdades que fue llamada Tingintana, que era so el señorio de los godos asi como todas estas otras.
Pues esta España que decimos tal es como el paraíso de Dios, ca riega se con cinco ríos cabdales que son Ebro, Duero, Tajo, Guadalquivil, Guadiana; e cada uno dellos tiene entre si et ell otro grandes montañas et tierras; et los valles et los llanos son grandes et anchos, et por la bondat de la tierra et ell humor de los ríos lievan muchos frutos et son abondados. España la mayor parte della se riega de arroyos et de fuentes et nuncual minguan pozos cada logar o los ha mester.
España es abondada de mieses, deleitosa de fructas, viciosa de pescados, sabrosa de leche et de todas las cosas que se della facen; lena de venados et de caza, cubiertas de ganados, lozana de caballos, provechosa de mulos, segura et bastida de castiellos, alegre por buenos vinos, folgada de abondamiento de pan; rica de metales, de plomo, de estaño, de argent vivo, de fierro, de arambre, de plata, de oro, de piedras preciosas, de toda manera de piedra mármol, de sales de mar et de salinas de tierra et de sal en peñas, et dotros mineros muchos: azul, almagra, greda, alumbre et otros muchos de cuantos se fallan en otras tierras; briosa de sirgo et de cuanto se face dél, dulce de miel et de azucar, alumbrada de cera, complida de olio, alegre de azafrán.
España sobre todas es engeñosa, atrevuda et mucho esforzada en lid, ligera en afán, leal al señor, afincada en estudio, palaciana en palabra, complida de todo bien; non ha tierra en el mundo que la semeje en abondanza, nin se eguale ninguna a ella en fortalezas et pocas ha en el mundo tan grandes como ella. España sobre todas es adelantada en grandez et mas que todas preciada por lealtad. ¡Ay España! non ha lengua nin engeño que pueda contar tu bien.
Sin los ríos cabdales que dixiemos de suso, muchos otros hay que en su cabo entran en la mar non perdiendo el nombre, que son otrosi rios cabdales, asi como es Miño, que nasce et corre por Gallicia et entra en la mar; e deste rio lieva nombre aquella provincia Miñea, e muchos otros ríos que ha en Galicia et en Asturias et en Portogal et en ell Andalucia, et en Aragon et en Catalona et en las otras partidas de España que entran en su cabo en la mar. Otrosi Alvarrecen et Segura que nascen en esa misma sierra de Segura, que es en la provincia de Toledo, et entran en el mar Tirreno, et Mondego en Portogal que non son nombrados aquí.
Pues este regno tan noble, tan rico, tan poderoso, tan honrrado, fue derramado et astragado en una arremesa por desavenencia de los de la tierra que tornaron sus espaldas en si mismos unos contra otros, asi como si les minguasen enemigos; et perdieron y todos, ca todas las cibdades de España fueron presas de los moros et crebantadas et destroidas de mano de sus enemigos.
559.-Del duelo de los godos de España et de la razón porque ella fue destroida
Pues que la batalla fue acabada desaventuradamientre et fueron todos muertos, los unos et los otros -ca en verdad non fincara ninguno de los cristianos en la tierra que a la batalla non viniese, qué dell un cabo qué dell otro, dellos en ayuda del rey Rodrigo, dellos del cuende Julián- fincó toda la tierra vacia del pueblo, lena de sangre, bañada de lágrimas, conplida de apellidos, huéspeda de los estraños, enagenada de los vecinos, desamparada de los moradores, viuda et desolada de sus fijos, confonduda de los bárbaros, esmedrida por la llaga, fallida de fortaleza, flaca de fuerza, menguada de conort, et desolada de solaz de los suyos.
Alli se renovaron las mortandades del tiempo de Hércules, allí se refrescaron et podrescieron las llagas del tiempo de los uvandalos, de los alanos et de los suevos que comenzaran ya a sanar. España que en ell otro tiempo fuera llagada por la espada de los romanos, pues que guresciera et cobrara por la melezina et la bondad de los godos, estonces era crebantada, pues que eran muertos et aterrados cuantos ella criara.
Oblidados le son los sus cantares et el su lenguaje ya tornado es en ageno et en palabra estraña. Los moros de la hueste todos vestidos del sirgo et de lo paños de color que ganaran; las riendas de los sus caballos tales eran como de fuego, las sus caras dellos negras como la pez, el más fremoso dellos era negro como la olla, asi lucien sus ojos como candelas; el su caballo dellos ligero como leopardo e el su caballero mucho más cruel et más dañoso que es el lobo en la grey de las ovejas en la noche.
La vil yente de los africanos que se non solie preciar de fuerza nin de bondad, et todos sus fechos facie con art et a engaño, et non se solien amparar si non pechando grandes riquezas et grand haber, esora era exaltada, ca crebantó en un hora más aina la nobleza de los godos que lo non podrie homne decir por lengua.»
[El texto pertenece a la edición en español de Espasa-Calpe, 1980, al cuidado de Antonio G. Solalinde. ISBN: 84-239-0169-6.]
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