viernes, 12 de febrero de 2021

Letrillas.- Luis de Góngora (1561-1627)



 V – 1621 [En persona del marqués de Flores de Ávila, estando enfermo] [de Letrillas líricas]



«Aprended, Flores, en mí / lo que va de ayer a hoy,
que ayer maravilla fui, / y hoy sombra mía aún no soy.

La aurora ayer me dio cuna, / la noche ataúd me dio;
sin luz muriera si no / me la prestara la Luna:
pues de vosotras ninguna / deja de acabar así.
Aprended, Flores, en mí, etc.

 Consuelo dulce el clavel  / es a la breve edad mía,
pues quien me concedió un día, / dos apenas le dio a él:
efímeras del vergel, / yo cárdena, él carmesí.
Aprended, Flores, en mí, etc.

Flor es el jazmín, si bella, / no de las más vividoras,
pues dura pocas más horas / que rayos tiene de estrella;
si el ámbar florece, es ella / la flor que él retiene en sí.
Aprended, Flores, en mí, etc.

El alhelí, aunque grosero / en fragancia y en color,
más días ve que otra flor, / pues ve los de un Mayo entero:
morir maravilla quiero / y no vivir alhelí.
Aprended, Flores, en mí, etc.

A ninguna flor mayores / términos concede el Sol
que al sublime girasol, / Matusalén de las flores:
ojos son aduladores / cuantas en él hojas vi.
Aprended, Flores, en mí, etc.
[…]

VIII – 1581 [de Letrillas satíricas]

Da bienes Fortuna / que no están escritos:
cuando pitos flautas, / cuando flautas pitos.

¡Cuán diversas sendas / se suelen seguir
en el repartir / honras y haciendas!

A unos da encomiendas, / a otros sambenitos.
Cuando pitos flautas, / cuando flautas pitos.

A veces despoja / de choza y apero
Al mayor cabrero; / y a quien se le antoja
La cabra más coja / pare dos cabritos.
Cuando pitos flautas, / cuando flautas pitos.

En gustos de amores / suele traer bonanza
y en breve mudanza / los vuelve en dolores.
No da a uno favores / y a otro infinitos.
Cuando pitos flautas, / cuando flautas pitos.

Porque en una aldea / un pobre mancebo
Hurtó sólo un huevo / al sol bambolea;
Y otro se pasea / con  cien mil delitos.
Cuando pitos flautas, / cuando flautas pitos.
[…]

XVII – 1601 [de Letrillas satíricas]

 Dineros son calidad, / ¡verdad!
Más ama quien más suspira, / ¡mentira!

 1.-Cruzados hacen cruzados, / escudos pinta escudos,
y tahúres muy desnudos / con dados ganan Condados;
ducados dejan Ducados, / y coronas Majestad:
¡verdad!

2.-Pensar que uno solo es dueño / de puerta de muchas llaves,
y afirmar que penas graves / las paga un mirar risueño,
y entender que no son sueño / las promesas de Marfira:
¡mentira!

3.-Todo se vende este día, / todo el dinero lo iguala,
la Corte vende su gala, / la guerra su valentía:
hasta la sabiduría / vende la Universidad:
¡verdad!

4.-En Valencia muy preñada / y muy doncella en Madrid,
Cebolla en Valladolid / y en Toledo mermelada,
Puerta de Elvira en Granada / y en Sevilla doña Elvira:
¡mentira!

5.-No hay persona que hablar deje / al necesitado en plaza;
todo el mundo le es mordaza / aunque él por señas se queje;
que tiene cara de hereje / y aun fe la necesidad:
¡verdad!

6.-Siendo como un algodón, / nos jura que es como un hueso,
y quiere probarnos eso / con que es su cuello almidón,
goma su copete, y son / sus bigotes alquitira:
¡mentira!

7.-Cualquiera que pleitos trata, / aunque sean sin razón,
deje el río Marañón, / y entre el río de la Plata;
que hallará corriente grata / y puerto de claridad:
¡verdad!

8.-Siembra en una artesa berros / la madre, y sus hijas todas
son perras de muchas bodas / y bodas de muchos perros;
y sus yernos rompen hierros / en la toma de Algecira:
¡mentira!  
[…]

XXIV – 1581 [de Letrillas burlescas]

Ándeme yo caliente / y ríase la gente.

Traten otros del gobierno / del mundo y sus monarquías,
mientras gobiernan mis días / mantequillas y pan tierno,
y las mañanas de invierno / naranjada y aguardiente,
y ríase la gente.

Como en dorada vajilla / el Príncipe mil cuidados,
como píldoras dorados; / que yo en  mi pobre mesilla
quiero más una morcilla / que en el asador reviente,
y ríase la gente.

Cuando cubra las montañas / de blanca nieve el Enero,
tenga yo lleno el brasero / de bellotas y castañas,
y quien las dulces patrañas / del Rey que rabió me cuente,
y ríase la gente.

Busque muy en hora buena / el mercader nuevos soles;
yo conchas y caracoles / entre la menuda arena,
escuchando a Filomena / sobre el chopo de la fuente,
y ríase la gente.

Pase a media noche el mar / y arda en amorosa llama
Leandro por ver su dama; / que yo más quiero pasar
del golfo de mi lagar / la blanca o roja corriente,
y ríase la gente.

Pues Amor es tan crüel, / que de Píramo y su amada
hace tálamo una espada / do se junten ella y él,
sea mi Tisbe un pastel, / y la espada sea mi diente,
y ríase la gente.
[…]

XXVII - 1591 [de Letrillas burlescas]

Buena orina y buen color, / y tres higas al Doctor.

Cierto Doctor medio almud / llamar solía, y no mal,
al vidrio del orinal / espejo de la salud;
porque el vicio o la virtud / del humor que predomina
nos le demuestra la orina / con clemencia o con rigor.
Buena orina y buen color, / y tres higas al Doctor.

La sanidad, cosa es llana / que de la color se toma,
porque la salud se asoma / al rostro como a ventana;
si no es alguna manzana / arrebolada y podrida,
como cierta fementida / galeota del Amor.
Buena orina y buen color, / y tres higas al Doctor.

Bolas de papel escritas / sacan médicos a luz,
que son balas de arcabuz / para vidas infinitas;
plumas doctas y eruditas / gasten, que de  mí sabrán
que es mi aforismo el refrán: / vivir bien, beber mejor.
Buena orina y buen color, / y tres higas al Doctor.

¡Oh bien haya la bondad / de los Castellanos Viejos,
que al vecino de Alahejos / hablan siempre en puridad,
y al Santo que la mitad / partió con Dios de su manto
no echan agua, porque el santo / sin capa no habrá calor!
Buena orina y buen color, / y tres higas al Doctor.
[…]

XXXIV – 1611 [de Letrillas burlescas]

 Tenga yo salud, / qué comer y quietud
Y dinero que gastar / y ándese la gaita por el lugar.

Para cuando haga el son / la gaita murmuradora
y más sorda que sonora, / cantaré mi condición:
sepan que es ya mi opinión / vivir lo largo por ancho,
y si al callar llaman Sancho, / yo santo llamo al callar;
y ándese la gaita por el lugar.

No haga yo a nadie el buz / por ninguna pretensión;
tenga mi bota y jamón, / aunque me acueste sin luz;
mis frascos sin arcabuz, / no para quien mal me quiere,
mas porque, si sed tuviere, / la pueda mejor matar;
y ándese la gaita por el lugar.

Viva yo sin conocer, / y retirado en mi aldea,
a quien la merced rodea, / porque no la sabe hacer;
no vea a nadie comer / si no comiere a mi lado,
ni me hable nadie sentado / si en pie tengo de escuchar;
y ándese la gaita por el lugar.

No me cojan ‘sepan cuantos’ / debajo de sus quimeras,
tenga mi puerco y esteras / el día de Todos Santos;
juguemos años por tantos / tras la cama yo y Pascuala,
pues no se paga alcabala / de engendrar y bostezar;
y ándese la gaita por el lugar.

El médico y cirujano / sean, para mi gobierno,
calentador en invierno / y cantimplora en verano;
acuésteme yo temprano / y levánteme a las diez,
y a las once el almirez / toque a la panza a mascar;
y ándese la gaita por el lugar

   [El texto pertenece a la edición en español de Editorial Castalia, 1991, en edición de Robert Jammes, pp. 47-49,59-60,93-96,115-117,126-128 y 143-146. ISBN: 84-7039-359-6.]

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