La estrategia para el cambio. Hacia la sociedad estable
Introducción
«2.1.0.-Las condiciones principales de una sociedad estable -una sociedad que a todos los efectos puede sostenerse indefinidamente, dando óptima satisfacción a sus miembros- son: 1) perturbación mínima de los procesos ecológicos; 2) conservación máxima de primeras materias y energía (una economía de stocks más que de flujos); 3) una población en la que el nuevo aporte sea igual a la pérdida, y 4) un sistema social dentro del cual el individuo pueda disfrutar de las tres primeras condiciones, en lugar de sentirse limitado por ellas.
2.1.1.-La consecución de estas cuatro condiciones exigirá un cambio controlado y bien orquestado en múltiples frentes y este cambio tendrá lugar probablemente a través de siete operaciones: 1) una operación de control, merced a la cual la destrucción del medio ambiente se reduzca todo lo posible por medios técnicos; 2) una operación de congelación, en la cual se detengan las tendencias actuales; 3) sustitución sistémica, por la cual los componentes más peligrosos de estas tendencias sean reemplazados por sustitutos tecnológicos, cuyo efecto es menos deletéreo a corto plazo, pero que a largo plazo será cada vez más ineficaz; 4) sustitución sistemática, por la cual estos sustitutos tecnológicos sean reemplazados por otros "naturales" o autorreguladores, es decir, que actúan o se retiran sin perturbar indebidamente los procesos normales de la ecosfera y que, por tanto, probablemente se podrán mantener durante períodos muy largos de tiempo; 5) la invención, promoción y aplicación de tecnologías alternativas, que sean conservadoras de la energía y las primeras materias, y que, por estar diseñadas para comunidades económicas relativamente "cerradas", es probable que no perturben apenas los procesos ecológicos (por ejemplo, la tecnología intermedia); 6) descentralización de la política y de la economía a todos los niveles y formación de comunidades suficientemente pequeñas para ser, hasta cierto punto, autorreguladoras y autárquicas, y 7) educación para tales comunidades.
2.1.2.-Como veremos al examinar de qué forma pueden conseguirse nuestras cuatro condiciones, unos cambios exigirán sólo algunas de estas operaciones, en otros varias operaciones serán realizadas de modo casi simultáneo, y en otros, por último, unas comenzarán mucho antes de que otras hayan terminado. La utilidad del concepto de operación es simplemente clarificar la orquestación del cambio.
2.1.3.-Al presentar estas propuestas somos conscientes de que un cambio apresurado o desordenado es muy perturbador y, en última instancia, lleva en sí su propio fracaso; pero tampoco olvidemos que el calendario a que debe atenerse cualquier propuesta para una actuación curativa ha sido muy acortado por la dinámica del crecimiento exponencial (de la población, agotamiento de los recursos y contaminación) y por la escala e intensidad, apenas advertidas, de nuestra destrucción de los procesos ecológicos, de los cuales dependemos nosotros, los humanos y todas las demás formas de vida. Por consiguiente, dentro de estas limitaciones hemos cuidado de idear y sincronizar nuestro programa de forma que se minimicen tanto el desempleo como el gasto de capital. Creemos posible pasar de una sociedad expansionista a una sociedad estable sin perder puestos de trabajo ni aumentar el gasto real. Sin embargo, de modo inevitable, habría cambios considerables, geográficos y funcionales, en cuanto a los puestos de trabajo disponibles y a las exigencias de inputs de capital y éstos pueden desencadenar inmensas presiones sociales contraproducentes. No obstante, con una concepción e instrumentación cuidadosas y sensibles de un programa totalmente integrado, esas presiones deben ser mínimas; por otra parte, un estilo abierto de gobierno debe inspirar la confianza y cooperación del público en general, tan esenciales para el éxito de esta empresa.
2.1.4.-Otra observación debemos hacer antes de pasar a examinar con mayor detalle los diversos cambios exigidos. Conforme se vayan cambiando o reemplazando todos y cada uno de los muchos componentes o variables socioeconómicos de la sociedad industrial, habrán de surgir diversos puntos de presión. Es fácil imaginar, por ejemplo, una situación en la que el 25% de las variables socioeconómicas estén diseñadas para una sociedad estable y que, por definición, se ajusten mal a una sociedad expansiva. Esta situación puede presentar más inconvenientes que ventajas. Cuando alcanzamos el punto en el que el 50% de las variables están adaptadas a la estabilidad y el otro 50% a la expansión, es probable que las dificultades y tensiones sean enormes, pero después cada cambio y cada reemplazamiento traerá otros nuevos, y la conformación de una sociedad sostenible y satisfactoria resultará mucho más fácil. Es difícil para el cerebro humano imaginar la secuencia temporal de cambios complejos y absolutamente imposible concebir exactamente las interacciones de los diversos componentes. Aun pensando la locura que representa el esperar que los computadores piensen por nosotros, creemos que tienen un papel importante que desempeñar, demostrando las consecuencias que para los sistemas ecológicos y sociales puede tener un gran número de cambios a lo largo de un período dado de tiempo.»
[El texto pertenece a la edición en español de Alianza Editorial, 1972, en traducción de Miguel Paredes. Depósito legal: M. 18.677-1972.]
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