sábado, 22 de agosto de 2020

Teoría literaria.- René Wellek (1903-1995) y Austin Warren (1899-1986)

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Capítulo XVII.- Géneros literarios

  «¿Es la literatura un conjunto de distintos poemas, obras dramáticas y novelas que comparten un nombre común? Así se ha afirmado con respuesta nominalista, en nuestra época, sobre todo por Croce. Pero la respuesta de Croce, aunque comprensible como reacción contra extremosidades de autoritarismo clásico, no se ha acreditado por hacer justicia a los hechos de la vida y la historia literarias.
 El género literario no es un simple nombre, ya que la convención estética de que una obra participa da forma a su carácter. Los géneros literarios "pueden considerarse como imperativos institucionales que se imponen al escritor y, a su vez, son impuestos por éste". Milton, tan libertario en política y en religión, era tradicionalista en poesía, obseso -como admirablemente dice W.P. Ker- por la "idea abstracta de la épica". Milton sabía "cuáles son las leyes de un verdadero poema épico, de una obra dramática, de un poema lírico"; pero también sabía ajustar, distender, modificar las formas clásicas; sabía cristianizar y miltonizar la Eneida, así como en Samson supo referir su historia personal a través de una leyenda popular hebrea tratada a modo de tragedia griega.
 El género literario es una "institución", como lo es la Iglesia, la Universidad o el Estado. Existe no como existe un animal, o incluso como un edificio o una capilla, una biblioteca o un Capitolio, sino como existe una institución. Cabe trabajar, expresarse a través de instituciones existentes, crear otras nuevas o seguir adelante en la medida de lo posible sin compartir políticas o rituales; cabe también adherirse a instituciones para luego reformarlas.
 La teoría de los géneros literarios es un principio de orden: no clasifica la literatura y la historia literaria por el tiempo o el lugar (época o lengua nacional), sino por tipos de organización o estructura específicamente literarias. Todo estudio crítico y valorativo -a distinción de histórico-, implica de algún modo la referencia a tales estructuras. Por ejemplo, el juicio sobre un determinado poema obliga a apelar a la propia experiencia y concepción total, descriptiva y normativa, de la poesía, aunque, por supuesto, la propia concepción de la poesía, a su vez, va modificándose siempre con la experiencia y el enjuiciamiento de nuevos poemas.
 ¿Va implícito en una teoría de los géneros literarios el supuesto de que toda obra pertenece a un género? Esta cuestión no se plantea en ninguno de los estudios que conocemos. Si tuviéramos que contestarla por analogía con el mundo natural, tendríamos que responder, sin duda, en sentido afirmativo: hasta la ballena y el murciélago pueden clasificarse; y admitimos la existencia de seres que constituyen una transición de un reino natural a otro. Se podría ensayar toda una serie de nuevas formulaciones que hicieran resaltar nuestra cuestión con mayor nitidez. ¿Guarda toda obra relaciones literarias suficientemente directas con otras obras, de modo que facilite su estudio el estudio de las demás obras? A su vez, ¿hasta qué punto va implícita la "intención" en la idea de género? ¿Intención por parte de un precursor o intención por parte de otros?
 ¿Quedan fijos los géneros? Es de suponer que no. Cuando aparecen nuevas obras, nuevas categorías se desplazan; analícese como prueba de lo dicho el efecto que Tristram Shandy o el Ulysses ejercieron sobre la teoría de la novela. Cuando Milton escribió El Paraíso perdido, lo consideró parejo a la Ilíada y a la Eneida; sin duda distinguiríamos netamente entre épica oral y épica literaria, adscribamos o no la Ilíada a la primera forma. Probablemente Milton no hubiera admitido nunca que la Faerie Queene es una composición épica, aunque escrita en tiempos en que la épica y la narrativa aún no se habían separado y en que se consideraba predominante el carácter alegórico de la épica; sin embargo, Spenser creía, sin duda, componer un poema del género de los de Homero.
TEORIA LITERARIA (Biblioteca Románica Hispánica) 4ªEDICION de RENE ... En rigor, hay una clase característica de labor crítica que parece consistir en el descubrimiento y difusión de una nueva agrupación, de una nueva estructura de género: así, Empson pone como ejemplos de pastoral a Como gustéis, The Beggar's Opera y Alicia en el País de las maravillas. Los hermanos Karamásov quedan clasificados entre otras novelas de crimen y misterio.
 Los textos clásicos de teoría de los géneros son Aristóteles y Horacio. A partir de ellos, consideramos la tragedia y la épica los géneros característicos (y los dos géneros mayores). Pero al menos a Aristóteles no se le ocultan tampoco otras distinciones y de carácter más fundamental, cuales son las que existen entre el drama, la épica y la lírica. En su mayor parte, la teoría literaria moderna se inclina a borrar la distinción entre prosa y poesía, y por tanto a dividir la literatura imaginativa (Dichtung) en ficción (novela, cuento, épica), drama (sea en prosa, sea en verso) y poesía (centrada en lo que corresponde a la antigua "poesía lírica").
 Viëtor indica muy justamente que el término "género" no debiera utilizarse para estas tres categorías más o menos definitivas y a la vez para formas históricas como la tragedia y la comedia; y estamos de acuerdo en que debe aplicarse a estas últimas, esto es, a formas históricas. No es fácil forjar un término para las primeras, que en la práctica quizá no se necesite. Ya en Platón y en Aristóteles se distinguen los tres géneros mayores con arreglo al "modo de imitación" (o "representación"): la poesía lírica es la persona del propio poeta; en la poesía épica (o en la novela), el poeta habla en parte en primera persona, como narrador, y en parte hace hablar a sus personajes en estilo directo (narrativa mixta); en el drama, el poeta desaparece detrás de sus personajes.
 Se han hecho ensayos de poner de manifiesto la naturaleza fundamental de estos tres géneros distribuyendo entre ellos las dimensiones del tiempo e incluso la morfología lingüística. En su carta a Davenant, Hobbes intentó algo parecido cuando habiendo dividido el mundo en corte, ciudad y campo, estableció tres clases fundamentales correlativas de poesía: la heroica (épica y tragedia), la escomática (sátira y comedia) y la pastoral. E.S. Dallas, crítico inglés de talento que conocía el pensamiento crítico de los Schlegel como el de Coleridge, encuentra tres clases fundamentales de poesía: "drama, cuento y canción", que luego desarrolla en una serie de esquemas de carácter más alemán que inglés. Establece las siguientes equivalencias: dramática=segunda persona del presente; épica=tercera persona del pasado; y lírica=primera persona del singular del futuro.»

   [El texto pertenece a la edición en español de Editorial Gredos, 1981, en versión de José Mª. Gimeno. ISBN: 84-249-0003-0.]
  

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