miércoles, 1 de julio de 2015

"Pragmatismo".- William James (1842-1910)


Resultado de imagen de william james

Conferencia tercera: Algunos problemas metafísicos considerados pragmáticamente

 "El libre albedrío, pragmáticamente, significa novedades en el mundo, el derecho a esperar que en sus más profundos elementos como en sus más superficiales fenómenos el futuro no se repita imitando idénticamente al pasado. Que esa imitación en masse existe, ¿quién puede negarlo? La general "uniformidad de la Naturaleza" está propuesta hasta en la menor ley. Pero la Naturaleza puede ser sólo aproximadamente uniforme y las personas en las que el conocimiento del pasado del mundo ha engendrado el pesimismo (o dudas acerca de la bondad del mundo, las cuales se convertirían en certezas si aquélla se supusiera eternamente fija) pueden, claro está, dar la bienvenida al libre albedrío como a una doctrina meliorista. Esta doctrina admite el progreso como posible, al menos: mientras que el determinismo nos asegura que la noción de posibilidad es producto de la ignorancia humana y que la necesidad y la imposibilidad entre ellas gobierna los destinos del mundo.
 El libre albedrío es, pues, una teoría cosmológica general de promesa, como la de lo Absoluto, la de Dios, la del Espíritu o la del Plan. Considerados abstractamente, ninguno de estos términos tiene un contenido interno, ninguno de ellos nos da descripción alguna ni conservaría el menor valor pragmático en un mundo cuyo carácter fuera perfectamente obvio desde el principio. El gozo por la mera existencia, la pura emoción y deleite cósmicos me parece que quitarían todo interés a estas especulaciones, si el mundo fuera ya un país de felicidad. Nuestro interés en una metafísica religiosa proviene del hecho de que sentimos inseguro el futuro empírico y necesitamos una garantía más elevada.
 Si el presente y el pasado fueran puramente buenos, ¿quién no desearía que el futuro se pareciera a ellos? ¿Quién desearía el libre albedrío? ¿Quién no diría con Huxley: "dejadme andar recta, fatalmente, como un reloj al que se le ha dado cuerda y no pido mejor libertad"? La "libertad" en  un mundo ya perfecto, solamente significaría libertad para ser peor, ¿y no sería insano desear tal cosa? Ser necesariamente lo que se es, no poder ser en modo alguno otra cosa, daría el último toque de perfección al universo del optimismo. Sin duda, la única posibilidad a que racionalmente se puede aspirar es a la de que las cosas sean mejores. Esta posibilidad, apenas necesito decirlo, tenemos amplios motivos para desearla tal como va el mundo.
 Así pues, el libre albedrío carece de significado a menos que sea una doctrina de consuelo. Como tal, tiene su puesto al lado de otras doctrinas religiosas. Conjuntamente, edificarán lo perdido y repararán las antiguas desolaciones. Nuestro espíritu, encerrado dentro del recinto de la experiencia sensible, está continuamente diciendo al intelecto que está en la torre: "Vigía, dinos si la noche tiene promesas", y el intelecto le contesta con términos prometedores.
 Aparte de este significado práctico, las palabras Dios, libre albedrío, plan, etcétera, no tienen  otro. Por oscuras que en sí mismas sean, aunque se las considere de manera intelectualista, cuando las llevamos con nosotros a las espesuras de la vida, la oscuridad se desvanece. Si os detenéis en la definición de tales palabras, pensando que tienen una finalidad intelectual, ¿adónde iréis a parar? Permaneceréis estúpidamente en una presuntuosa falsedad: "Deus est Ens, a se, extra et supra omne genus, necessarium, unum, infinite, perfectum, simplex, inmutabile, inmensum, aeternum, intelligens", etcétera. ¿Qué decir del valor instructivo de tal definición? No significa nada, a pesar de su pomposo ropaje de adjetivos. Sólo el pragmatismo puede leer en ella un significado positivo, y por esto vuelve la espalda enteramente al punto de vista intelectualista. "¡Dios está en los cielos, el mundo es bueno!" Ésa es la esencia de vuestra teología para la que no necesitáis definiciones racionalistas.
 ¿Por qué no hemos de confesarlo así, tanto los racionalistas como los pragmatistas? El pragmatismo, lejos de mantener su mirada en el plano práctico inmediato, como se le acusa de hacer, posee el más vivo interés por las más remotas perspectivas del mundo". 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Realiza tu comentario: