Conferencia I: Desarrollo y problemática de la gramática del texto
1.-Antecedentes históricos
«Hace aproximadamente diez años ocurrieron
varios acontecimientos independientes en la lingüística que cuestionaron el
paradigma generativo-transformacional ("chomskiano") que prevalecía
en la teoría del lenguaje. El primero de ellos fue en la pragmática y en
la sociolingüística: aportaron el principio básico de que una gramática
no debe construirse sobre la base de intuiciones lingüísticas problemáticas,
sino sobre observaciones del verdadero uso de la lengua (incluyendo
la variación social y dialectal), y que la lengua en uso debe estudiarse
también en términos de actos de habla. El segundo acontecimiento ocurrió
en la filosofía y en la lógica: al mismo tiempo que la semántica
comenzaba a tener más importancia en la gramática, se propusieron modelos más
adecuados y formales para explicar el sentido y la referencia de las
expresiones. Fuera de la semántica lógica, surgió una nueva orientación en el
campo de la investigación teórica, principalmente en la gramática categorial
y en la relacionada lógica intensional elaborada por Richard Montague.
El tercer acontecimiento principal ha sido el
intento de construir la llamada gramática del texto. El principal motivo
de este intento fue la presuposición de que la gramática de una lengua debe dar
cuenta, no sólo de las oraciones realizadas mediante las emisiones de hablantes
nativos, sino también de las relaciones entre oraciones, o sea de los textos
enteros subyacentes a estas emisiones. Esta afirmación se basaba en parte
en argumentos gramaticales y en parte en el posible papel de la gramática en dominios
tales como la psico y sociolingüística, la poética, la antropología y las demás
ciencias sociales.
El desarrollo de la gramática del texto no ha
sido un movimiento unificado. Al contrario, se han llevado a cabo
investigaciones en varios países desde muchos puntos de vista, sin mucha
inspiración mutua. Intentaré dar una lista de algunas de estas primeras direcciones
en la investigación, que podrían considerarse ya como dentro del campo de la
"lingüística del texto":
a] La gramática estructural americana. Ya
se notaba en el trabajo de Zellig Harris (1963) y sus seguidores una conciencia
de la importancia que el análisis del discurso tiene para la gramática. Sin embargo,
su "análisis del discurso" resultó ser más bien un análisis
sistemático de esquemas gramaticales asignados a las oraciones de un discurso,
que por lo tanto llevó a la noción de "transformación" en vez de a un
estudio adecuado de las estructuras específicas del discurso.
b) La tagmémica. Desde que se fundó por
Kenneth Pike (cf. Pike, 1967), la tagmémica ha sido la escuela lingüística que
más atención ha prestado al análisis del discurso. Desde una etapa muy
temprana, la tagmémica ha considerado que el evento comunicativo entero —no
sólo las oraciones, las emisiones o el discurso— deben ser el objeto de una
teoría lingüística. Dentro de esta tradición se ha hecho mucho trabajo
descriptivo útil sobre fenómenos discursivos de muchas lenguas (cf., por
ejemplo, Longacre, 1976). Un poco al margen de la corriente principal de la
tagmémica pero inspirados en los mismos antecedentes, otros enfoques teóricos y
descriptivos, también interesantes, se han desarrollado; pensamos, por ejemplo,
en el estudio de los distintos tipos de discurso en lenguas aborígenes (cf.
Grimes, 1975).
c] La lingüística funcional. La escuela
británica de lingüística funcional, originalmente inspirada en Firth y en el
trabajo de antropólogos lingüistas, también ha venido investigando el uso de la
lengua y sus contextos. Michael Halliday, por ejemplo, uno de los
representantes más distinguidos de esta corriente, dedica una parte de su
"gramática sístémica" a la discusión de estructuras discursivas. En la
opinión de Hallyday, los textos no constituyen un nivel sistémico propio en la
descripción gramatical, sino una forma del uso de la lengua. Recientemente, junto
con su esposa, ha emprendido un análisis de estructuras gramaticales que
manifiesta la coherencia, o, como dicen ellos, la "cohesión" del
discurso (Halliday y Hasan, 1977).
Desde un punto de vista un poco diferente, también
deberíamos mencionar el trabajo de Geoffrey Leech, que no sólo ha hecho
aportaciones a la semántica, sino también ha analizado estructuras lingüísticas
en la poesía, así cono la estructura de anuncios comerciales (Leech, 1966,
1969). Más recientemente, algunos lingüistas ingleses que investigan sistemática
y empíricamente la naturaleza de la conversación, especialmente la de maestros
con alumnos en el salón de clase, han propuesto un modelo práctico del análisis
del discurso (Sinclair y Coulthard, 1975).
d] El estructuralismo checo. Principalmente
una tradición europea en cuanto lingüística, el desarrollo de la lingüística
del texto ha sido parcialmente asociado con los descubrimientos originales del estructuralismo.
Algunos miembros de la "Escuela de Praga" del estructuralismo
lingüístico, especialmente Palek y Danes, han analizado varios aspectos del
discurso, como, por ejemplo, la coherencia entre oraciones. Además, se han
examinado eI desarrollo del "tema" discursivo y la "perspectiva
funcional de la oración" (el análisis de las funciones "tema" y
"rema" en oraciones) (cf. Sgall, Hajicová, Benesová, 1973). Para
estudios representativos sobre el discurso, véase Palek (1968, 1977) y Danes
(1970).
e] El estructuralismo francés. La manera
de abordar el discurso dentro del marco de la tan influyente rama
"francesa" del estructuralismo no fue, en sus inicios, principalmente
lingüística, sino más bien inspirada en el trabajo antropológico/etnológico de Claude
Lévi-Strauss, quien se interesó, entre otras cosas, en el análisis estructural
del mito. Inspirados tanto en Lévi-Strauss como en los interesantes resultados del
formalista ruso Vladimir Propp (1928), cuya obra fue más o menos redescubierta
por Lévi-Strauss, investigadores tales como Todorov, Greimas y Bremond se
interesaron específicamente en el desarrollo de una teoría estructural de la
narrativa. Pronto este análisis de la narrativa se hacía en un marco semiótico más
amplio dentro del cual simultáneamente cobró importancia el análisis del cine y
se hizo patente la creciente influencia de la lingüística. Asimismo, Greimas
(1966) y otros pronto intentaron hacer un análisis semántico de las categorías narrativas
descubiertas en el estudio estructural del cuento.
f] La lingüística alemana. Los que más
sistemáticamente se han ocupado del estudio lingüístico del discurso han sido
sin duda los investigadores alemanes, tanto los de Alemania Oriental como los
de la Occidental, cualesquiera que sean sus diferencias teóricas. Ningún país
ha producido tantos libros en el terreno de la lingüística del texto y estudios
del discurso como la República Federal de Alemania.
En 1964, Peter Hartmann ya había dicho que una
de las tareas de la lingüística deberla ser la descripción estructural del
discurso. Algunos años más tarde apareció la primera monografía en este
terreno, escrita por Roland Harweg (1968), quien discute principalmente la
pronominalización en cuanto relaciones entre oraciones de discursos. Otro
impulso a este tipo de análisis de textos provino de teóricos de la literatura
(por ejemplo, Siegfried Schrnidt), que pedían una gramática del texto para
poder aislar las estructuras específicas de discursos literarios (véase Ihwe,
1972, para una vista general de esta conexión entre la poética y la lingüística
del texto). El conocido lingüista alemán Manfred Bierwisch (1965) había dado ya
algunas pistas para la posible aplicación de ideas generativo-transformacionales
al estudio explícito de la literatura, señalando asimismo la importancia de
describir las estructuras particulares (específicas) del discurso literario
como la trama y otras "macroestructuras". Después de 1970 este
movimiento hacia la elaboración de una gramática del texto fue aumentando en
popularidad.
El primer proyecto de lingüística del texto se
organizó en Constanza; en él
participaron Hannes Rieser, Janos Petófi y Jens Ihwe. El trabajo inicial de
este grupo fue principalmente preparatorio; el trabajo más sustancial sobre el
discurso vino después, cuando remplazaron el estudio de modelos lingüísticos, lógicos
y formales, con la observación sistemática de estructuras discursivas. Otros
lingüistas, por ejemplo, Werner Kummer, también participaron en el primer
Simposio sobre la Lingüística del Texto celebrado en Constanza (cf, Petófi y
Rieser, eds., 1973). Kummer, cuyo trabajo en la gramática del texto puede
colocarse entre las investigaciones más interesantes de la lingüística del
texto alemana, primero examinó la coherencia en el discurso; luego pasó a
estudiar aspectos pragmáticos de la lengua y del discurso, orientándose cada
vez más hacia una teoría general de la acción (Kummer, 1975). Una combinación de
este enfoque pragmático con un análisis más formal (como el de Montague) se
encuentra en el trabajo de Thomas Ballmer. Ballmer demostró bastante temprano
la importancia de la noción de "mundo posible", tomada de la
semántica formal, para la explicación de la coherencia semántica en el discurso
(Ballmer, 1972). Después de su tesis doctoral bastante formal (Ballmer, 1975),
combinó ideas nuevas de la gramática formal para hacer un análisis sistemático
de textos y contextos en su monumental Habilitationsschrift (Ballmer,
1977).
Mientras tanto, Siegfried Schmidt (1973) había
escrito una introducción a la "teoría del discurso" en la que daba
cuenta de la lingüística del texto, así como de otras aproximaciones a la
estructura del discurso. Petofi siguió trabajando en su sistema teórico para la
descripción del discurso que, después de incorporar un componente más o menos
lógico para las relaciones de coherencia, agregó un componente de mundo posible
al incluir un formato léxico, una teoría de marcos (tal como se desarrolló en
la Inteligencia Artificial) y la teoría de la pragmática. Como Schmidt, había
asistido a la nueva universidad de Bielefeld donde estaban Weinrich, Gülich,
Raible, Kallmeyer, Wirrer, Kummer y, más tarde, Rieser. A pesar de las
diferencias teóricas importantes entre estos investigadores, Bielefeld pudo convertirse
en la Meca de la lingüística del texto alemana.
Seguía la producción de introducciones,
panoramas generales y antologías en el campo: Kallmeyer et al., Gülich y
Raible (1972, 1977) y la serie sobre lingüística del texto de Buske Verlag
(Hamburgo), seguida más tarde (1977) por la de De Gruyter en Berlín. Una
bibliografía sobre la lingüística del texto, preparada por el lingüista
austriaco Wolfgang Dressler en colaboración con Schmidt, ya destacaba cientos de
títulos en el terreno de los estudios del discurso (Textwissenschaft) (Dressler
y Schmidt, 1973). Tanto en la lingüística como en la poética había llegado la
hora para la publicación de varios libros de texto introductorios (cf., por
ejemplo, la gramática del texto de Wehrlich de 1975, y los libros de Titzmann,
1976, y Plett, 1975).
El panorama de Rieser del desarrollo de la
lingüística del texto en Alemania, y el de Guindin de su desarrollo en la Unión
Soviética, publicados los dos en la mejor (hasta la fecha) antología de
estudios del discurso (Dressler, ed. 1977), indican que mucho del trabajo
llevado a cabo en esos países ha sido interdisciplinario. Además de estudiar
los problemas de teoría literaria, lingüistas en Alemania y en la Unión Soviética
han estudiado los últimos acontecimientos en la lógica, en la teoría de la
acción, en psicología y en las ciencias sociales, para ir más allá en el
análisis de las propiedades del discurso y su uso.
g) La
gramática generativo- transformacional. Aunque la gramática transformacional
se centraba principalmente en las estructuras sintácticas y (más tarde)
semánticas de oraciones, algunos de estos lingüistas también estudiaban
fenómenos contados entre los temas principales de la primera
investigación de la gramática del texto, tales como la pronominalización y la
presuposición. En particular, Laulri Karttunen, de Austin, Texas, prestó
atención bastante temprano a las propiedades de los así llamados
"referentes del discurso”, es decir, los referentes que denotan
expresiones de las oraciones subsiguientes (le un discurso (Karttunen, 1968). Sin
embargo, aparte de estos estudios interesantes, no ha habido un intento
sistemático de extender el alcance de la gramática generativa al terreno del
discurso: la mayoría de los lingüistas nunca ha creído que fuera factible
"generar" un texto.
Claro está que las distintas
"escuelas", "direcciones", e investigaciones individuales
arriba mencionados no trabajaron aisladamente. La mayoría de los lingüistas había
recibido algún entrenamiento en lingüística y poética estructurales, y se
habían familiarizado con la gramática generativa. Así fue que las ideas, las
nociones y los problemas pudieron fácilmente atravesar las fronteras de los
distintos países y sus "escuelas" específicas; también, los congresos
reunieron a investigadores con formaciones completamente diferentes, que
trabajaban en proyectos parecidos. Actualmente, especialmente desde que ha
disminuido el interés en la gramática transformacional (en su sentido
estricto), no hay ninguna "dirección principal" específica en la
lingüística del texto: la mayoría de los investigadores se dedican a trabajos
más especializados después de las afirmaciones más programáticas de los
primeros años. Ahora exploran los aspectos interdisciplinarios del discurso en
campos tales como la sociología cognoscitiva (etnometodología) —en el análisis
de la conversación—, la psicología cognoscitiva, la poética y las ciencias
sociales (cf. van Dijk y Petófi, eds., 1977).»
[El texto pertenece a la edición en español de Siglo XXI editores, 1996, en traducción de Myra Gann y Martí Mur, pp. 9-16. ISBN: 968-23-1542-5.]
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