martes, 6 de octubre de 2020

Pensar la imagen.- Santos Zunzunegui (1947)


Resultado de imagen de santos zunzunegui pensar la imagen
Capítulo XXIII: Nuevas perspectivas de la imagen

23.3.2.-Representación infográfica e imagen latente 

  «El tipo de operaciones constitutivas de la imagen infográfica no deja de tener influencia en sus características. Si la pintura, el grabado, la fotografía o el cine producen una imagen permanentemente inscrita en su soporte, la videografía y la infografía diseñan una singular distancia entre lo que podríamos denominar la imagen matriz y su soporte de registro, tanto a niveles de diferente extensión física, como a la relación que se establece entre las formas latentes o potenciales y su transcripción icónica (Gubern, 1987, 83-84).
 Baste pensar en la distancia que existe entre el programa que la hace posible y la obra que surge del mismo. El paso de la potencia a la presencia, de la latencia a la emergencia en términos visuales, se constituye sobre un recorrido, sobre un salto tecnológico -y conceptual- que implica una transformación cualitativa.
 El isomorfismo de la imagen fotoquímica, sólo susceptible de alteraciones cuantitativas (tamaño y número de copias), deja paso a una tarea de conversión, de transformación, de proceso que configura a la imagen sintética como el lugar en el que un concepto se transforma en percepto de manera inmediata e instantánea. 
    
23.4.- De la "expanded image" a la visión artificial

 La aparición en escena de este nuevo tipo de imágenes está llamada a alterar nuestra relación con el universo audiovisual. Entre otras cosas porque ponen en crisis el mismo concepto de imagen tal y como tradicionalmente ha venido entendiéndose.
 De hecho ha llegado el momento de volver a preguntarnos qué significa verqué es una imagen y qué mecanismos permiten el paso desde el puro acto de recepción sensorial a la captación inteligente del mundo.
 Si en este texto nos hemos ocupado fundamentalmente de cómo se pasa de la realidad a la captación del mundo -lo que implica una definición de la imagen en función de los instrumentos perceptivos puestos en juego- primero, y de cómo se pasa de la pura recepción visual a la elaboración del significado, después, no hay que perder de vista que las más modernas tendencias que trabajan en el mundo de la imagen se ocupan prioritariamente de intentar reproducir tecnológicamente las prestaciones de los mecanismos inteligentes de la mente humana entre los que se encuentran los de la visión.
 Aquí haría su entrada la denominada ideología informática, entendida como aquel grupo de teorías y técnicas que se orientan a la captación, procesamiento y presentación de las imágenes mediante instrumentos informáticos y electrónicos (Morasso y Tagliasco, 1984). En esta disciplina nueva concurren, con sus aportaciones específicas, la fisiología de la visión, la óptica, la electrónica, la informática, la inteligencia artificial y el diseño.
 Recapitulemos, en esta perspectiva, algunas de las nociones manejadas hasta ahora. En primer lugar, conviene recordar que el concepto básico de imagen utilizado no ha sido otro que aquel  que se basa sobre la idea de la existencia de una relación entre una superficie capaz de emitir o reflejar radiaciones electromagnéticas y un sistema humano que las percibe.
 Lo que nos ha llevado a poner el acento en un tipo de imágenes: las visibles. Pero ya no es posible dejar de lado por más tiempo la existencia junto a éstas de imágenes físicas pero no visibles (como es el caso, por ejemplo, de las obtenidas gracias a la utilización de rayos infrarrojos o ultravioletas) o, en un sentido más amplio, de imágenes abstractas como las de las funciones matemáticas.
 Pensemos que para los tres tipos arriba indicados es perfectamente válida la idea de imagen como representación, en tanto en cuanto que todas cumplen la condición de "algo que sustituye -representándolo- a otra cosa".
 Así, el objetivo central de la teoría de la imagen ha sido la comprensión del funcionamiento de esa representación como instrumento de significación. Pero este área de trabajo, sin dejar de ser fundamental, va a compartir en el futuro el tiempo de los expertos con la denominada image construction que se ocupa de cómo partiendo de una pura representación simbólica es posible producir una imagen de la misma, como sucede en los casos, ya analizados, de las imágenes sintéticas de las que cabe hacer notar que, aunque adopten pautas de analogía con respecto al "mundo natural", son transformaciones de un programa al que "representan".
 A este campo se ha venido a añadir más recientemente la image understanding que de alguna forma pretende recorrer el camino inverso al de la image construction, al querer producir, partiendo de una imagen, una representación abstracta de la misma, de tal manera que quede codificada adecuadamente para el ente perceptor y elaborador (véase Morasso y Tagliasco, 1984, 22 y sig.)
 Directamente relacionado con estas prácticas se halla el campo de trabajo de la denominada visión artificial, que no es sino el intento de poner a punto dispositivos que, partiendo de la imagen de una escena, sean capaces de efectuar reconocimientos de objetos presentes en la misma. Como es lógico, esos dispositivos intentan reproducir determinadas características del sistema visivo humano. Así se ha trabajado en la pattern recognition (reconocimiento de formas bidimensionales) o en los más complejos reconocimientos de escenas (proyecciones sobre plano de escenas tridimensionales).
 Para ello estos sistemas expertos deben ser capaces de procesar variables tales como el constraste, la iluminación, la disparidad binocular del color, la amplitud del campo visual y el movimiento. Lo que implica el intento de describir, mediante algoritmos, la elaboración de la información en los procesos visivos humanos.
 En estos casos podemos hablar de la existencia de una auténtica visión sin mirada, y justificar en su misma materialidad la necesidad de proceder a pensar la imagen. Porque en el mundo contemporáneo la imagen no es tanto algo que se mira (punto de vista) como algo que se piensa (se calcula).»

  [El texto pertenece a la edición en español de Ediciones Cátedra, 1989, pp. 241-243. ISBN: 84-376-0815-5.]

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Realiza tu comentario: