VII.- De Soltania a Samarcanda
«21.- Pepo, padre de Tamurbeque, fue omne fidalgo, de linaje d'estos chacataes, pero fue de pequeño estado, de tres fasta cuatro omnes a caballo; e vivía en una aldea cerca d'esta ciudat. E los gentiles omnes d'ellos, de linage, más se pagan de vevir en las aldeas o en los campos que no en las ciudades.
E eso mesmo su fijo; luego, en el comienço, fue omne que no alcançava más de para sí o para cuatro o cinco omnes de cavallo. E esto vos escrivo segund fue contado a los dichos embaxadores de ciertadumbre, e en esta ciudat e en otras partes. E diz qu'él, aviendo estos cuatro o cinco omnes, que se metió a tomar un día un carnero, otro día una vaca, por fuerça, a los de la tierra. E cuanto alcançava, tanto comía con aquellos que lo guardavan. E lo uno por esto, e lo otro porque era omne de buen esfuerço e de buen coraçón e partía bien lo que avía, llegáronse a él otros omnes, fasta tanto que lo aguardaban trezientos de cavallo. E desque estos ovo, iva por las tierras a rovar e furtar lo que podía para sí e para ellos. Otrosí iva por las tierras e por los caminos e rovaba a los mercaderes.
E d'esto qu'él fazía veno nuebas al Emperador de Samaricante que era señor de aquella tierra, e mandólo matar doquier que lo fallasen. E en casa del Emperador andavan unos cavalleros chacatanes del su linaje, e estos fizieron tanto con el Emperador, que lo ovo de perdonar. E lo truxieron a merced del Emperador, que viviese con él. E d'estos cavalleros que le este perdón ganaron, oy día viven dos d'ellos con él; e al uno d'ellos llaman Homar Toban, e al otro Toleday Beque. E fézolos grandes señores e de muy grand tierra.
E diz qu'él, viviendo con el dicho Emperador de Samaricante, que lo volvieron con él, en tal manera qu'el Emperador era despuesto de lo mandar matar. De lo cual ovo quien lo avisase d'ello e fuxo con su gente e metióse a rovar los caminos. E un día rovó un grand caravana de mercaderos en que alcançara muy grand algo.
E después d'esto, fue a una tierra que se llama tierra de Cistan e rovava carneros e caballos e cuanto fallava, que esa tierra muy rica de ganados. E cuando esto él fazía, avía consigo fasta quinientos de cavallo. E los d'esta tierra de Cistan, desque esto sopieron, ajuntáronse para él. E una noche salteó un ato de carneros; e ellos estando en esto, llegó la gente de la tierra e dieron sobre él e los suyos e mataron muchos d'ellos; e a él derrocáronlo del cavallo e firiéronlo en la pierna derecha , de que quedó coxo; otrosí firiéronle en la mano derecha, de que quedó manco de los dos dedos pequeños e dexáronlo por muerto. E de allí se levantó como pudo e fue a unas tiendas de gente que en el campo andavan; e de allí se fue e guaresció e tornó ayuntar así su gente.
E este emperador de Samaricante era malquisto d'los suyos, señaladamente de los del pueblo menudo. E d'estos comunes e de otros omnes grandes que lo querían mal, fablaron con el Tamurbeque que matase al Emperador e que ellos g'lo pornían en poder. E sus tratos fueron tales que, una vez, yendo el Emperador a una ciutat que es cerca de Samaricante, el Tamurbeque lo salteó e dio salto sobre él. E el Emperador fuxo a una montaña e llamó a un omne que lo encubriese e fiziese guarescer, e que lo faría rico, e díole luego unas sortijas que en la mano traía que valían muy grand algo. E aquel omne, en lugar de lo encobrir, fuelo dezir al Tamurbeque e veno luego allí e matólo.
E desí fue luego a la ciudat de Samaricante e tomóla e apoderóse d'ella; e tornóse a la mujer del Emperador e casóse con ella e oy día la tiene por su muger e llámanla Cano, que quiere dezir tanto como la grand reina o la grand emperadora.
E después de aquí, conquirió el imperio de Orçania por discordia que avía entre dos hermanos, señores que eran de aquel imperio, e con maneras que traxo con los de la tierra. E d'esta manera ovo los dos imperios de Samaricante e de Oraçania. E de aquí fue el su comienço. E uno d'estos que se allegaron al Tamurbeque, que le fizieron compañía de mientra qu'él començó a ganar, era chacatay, de los del linaje suyo; e era uno de los que más valía de cuantos con él andavan. E casólo con una su hermana e fézole grand señor de mucha gente; e ovo un fijo que llaman Jança Miraza; e es agora el más privado omne qu'el Señor tenga e es señor de grand gente e de mucha tierra, e es capitán de la hueste del Señor, asó como conde estable, que, afueras del Señor, no ha quien tanto mande en la hueste como él; e toda la hueste e gente del Señor están muy contentos d'él.
22.-Las razones por que estos tártalos vinieron a esta tierra vevir, e ovieron este nombre de chacataes es esta: grand tiempo ha que ovo un grand Emperador en Tartalia que fue natural de una ciudad de Tartalia que es llamada Dorganchon, que quiere dezir el tesoro del mundo; e este señorió e grand tierra que ganó. E al tiempo de su finamiento, dexó cuatro fijos, que ovo nombre: el uno Galuy, e el otro Chacatay, e el otro Ozbique e el otro Charharchas, que fueron fijos de una madre. E cuando el padre finó, dexóles partidas sus tierras, a cada uno, su parte.
E al fijo que avía nombre Chacataes, dexóle este emperio de Samaricante, con otra tierra. E mandóles a todos cuatro hermanos que fuesen en uno e que no se desaviniesen, sino que sopiesen qu'el día que oviese discordia entre ellos serían perdidos. E este Chacatay era un omne rizio e era muy esforçado e de grand coraçón. E entre estos hermanos ovo envidia porque se desavinieron e fizieron su guerra unos contra otros.
E cuando los d'esta tierra de Samaricante vieron esta discordia, alçáronse contra él e matáronlo e tomaron mucha de su gente e fizieron un emperador de los del linaje de la tierra. E d'estos chacatanes quedó mucha gente en esta tierra que avían algo e faziendas en que vivir. E desque su Señor fue muerto, todos los de la tierra llaman a estos tártalos que allí quedavan, chacatanes. E de allí ovieron este nombre d'este linaje; e d'estos tártalos chacataes e de aquellos que allí quedaron, viene el Tamurbeque e los otros chacatanes que con él andan; e muchos de los d'la tierra de Samaricante an tomado este nombre de chacatanes, comoquier que no lo sean, por la grand nombradía que agora estos chacatanes an.»
[El fragmento pertenece a la edición en español de Editorial Castalia. ISBN: 84-7039-831-8.]
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