viernes, 19 de enero de 2018

El mito y su significado.- Julien Ries (1920-2013)


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Capítulo II: La antigüedad clásica y el mundo griego y romano
4.-El everismo: interpretación histórica del mito

«4.1.- La influencia de Alejandro Magno
 
 Evémero, amigo del rey Casandro de Macedonia (311-296 a.C.), fue encargado de una misión en la India. Mientras tanto, el mundo griego era marcado por un acontecimiento de particular relevancia: la conquista de Alejandro. Fue un verdadero momento de cambio en la historia de la civilización, de la cultura y de la religión del mundo mediterráneo. La conquista de Alejandro produjo el fin de la ciudad griega: se iniciaba el "ecumenismo" del helenismo. Los dioses orientales hacen su ingreso en Grecia; comienza la invasión de las doctrinas religiosas de Asia, en particular de las religiones de la Mesopotamia y de la India. Además, también Egipto tendrá un rol que desarrollar.
 A partir de esta época vemos en Grecia dos nuevos conceptos provenientes de Asia y Egipto: el primero es la idea de la trascendencia divina expresada por la palabra hagios. Este término tendrá una brillante carrera por el hecho de que la Biblia de los Setenta lo utilizará para traducir el concepto soter, Salvador. Los dioses orientales son dioses salvadores, ellos tienen la impronta de los monarcas orientales, salvadores de su pueblo.
 Debe señalarse otro acontecimiento: la divinización de Alejandro. Conquistador y civilizador, Alejandro fue verdaderamente el gran hombre del siglo, al punto de ser considerado un Dios. Su apoteosis se repercutirá sobre la exégesis del mito.
 
4.2- Evémero
 
 En una obra perdida, Hiera agrapha, la Cosa sacra, Evémero describe una isla del Océano indiano en la cual se encuentra una ciudad, Pachaia. En esta ciudad, Evémero habría visto una columna de oro con una inscripción: era la narración de la vida de Zeus, el gran benefactor de la humanidad. Zeus realiza cinco viajes a países del mundo llevando a los hombres la civilización, él en tiempos antiguos era un hombre que se convierte en Dios.
 La novela política de Evémero contiene una interpretación histórica del mito según la cual la personalidad humana que ha dado grandes servicios a la humanidad es divinizada. Los mitos son los relatos maravillosos de acontecimientos históricos deformados por la distancia en el tiempo y por la fantasía de los escritores. La mitología es, por tanto, una historia poética y los dioses son, tan solo, producto de la admiración o el temor que concitan y han terminado por ser llevados a los altares. Los seres sobrenaturales de la mitología son reales y los mitos son los acontecimientos o eventos de sus vidas novelados y deformados por los mitólogos.
 
4.3.-La posición de Evémero
 
 Se piensa que Evémero había deseado sostener y justificar un culto a los soberanos, que asumía cada vez más importancia en la época helenística. Posiblemente, además, estaba impartiendo una suerte de lección a los soberanos, invitándoles a comportarse de modo de merecer la divinización. La obra de Evémero se coloca en el origen de toda una corriente de secularización de los dioses. El principio de Evémero tiene una derivación estoica (el estoicismo verdaderamente se expresaba con una gran actividad literaria en el siglo IV a.C.). En su De natura deorum, Cicerón refiere esta teoría, que atribuye al historiador Lucilio Balbo: ciertos dioses son hombres que son distintos por sus grandes obras de bien; en otros casos, nacen de cierta realidad física.
 Evémero ha extendido esta explicación a todos los dioses de la mitología. Según el testimonio de Sexto Empírico, que habla de Evémero el ateo, este último había otorgado a los dioses un doble origen: por un lado, antes de los tiempos históricos, los más potentes y más astutos entre los jefes se atribuyeron indebidamente una dignidad divina; por el otro lado, la divinidad fue conferida voluntariamente por el pueblo, después de la muerte, a reyes muy valerosos y a los inventores que habían contribuido a mejorar las condiciones de vida. Así, Evémero consuma una exégesis histórica del mito, a saber, de Homero y de Hesíodo.
 
 4.4.-Palaephatos y Diodoro Sículo
 
 Palaephatos es un gramático alejandrino del siglo II a.C., autor de un tratado que, en lo esencial, se ha perdido. Él reprende a Evémero, pero de modo esfumado; en la mitología busca el fondo de verdad positiva de la cual los mitos serían la amplificación poética.
 Deodoro Sículo (al inicio de la era cristiana) ha abrazado la tesis de Evémero. En su Biblioteca histórica distingue por una parte los mitos divinos, en los cuales ve una teología o una fantasía creada por los poetas y, de otra parte, los mitos heroicos. Tan sólo estos últimos se arraigan en la realidad. Diodoro también distingue los dioses en celestes y terrestres y piensa que estos últimos han sido creados de la divinización producida a causa de los beneficios que han procurado. A esta segunda categoría pertenecen los héroes y semidioses. Así, Diodoro no considera una parte del panteón como divina. Su evemerismo es, también, limitado en cuanto Diodoro no se sirve de ello para explicar la apoteosis de ciertas dinastías reales. Los Padres de la iglesia han obtenido mucho de Evémero para sostener la vanidad del paganismo y la inanidad de sus dioses.»
 
 
 [El extracto pertenece a la edición en español de Edición Azul. ISBN: 978-84-95488-40-4.]
 
 

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