Zhong Ni: Confucio
«11.-Cuando el ojo está a punto de perder la visión,
llega a ver el pelo más diminuto.
Cuando el oído está cerca de la sordera,
se oye el vuelo de un pequeño mosquito.
Cuando la boca está a punto de perder el gusto,
se llega a distinguir las aguas de Zi y de Sheng.
Cuando la nariz está a punto de perder el olfato,
se llega a percibir el olor de la leña quemada.
Cuando el cuerpo está a punto de anquilosarse,
alcanza una extremada agilidad.
Cuando la mente está a punto de extraviarse,
llega al conocimiento del ser y del no ser.
Por eso, sólo cuando una cosa llega a su límite,
puede conocer el retorno. [...]
14.-Gong zi Mou de Zhong shan era un sabio príncipe de Wei. Le gustaba reunirse con hombres sabios. No se preocupaba de los asuntos del Estado y sentía gran simpatía por Gong Sun Long, de Zhao. Yue Zheng zi Yu se rio de él.
Gong zi Mou le preguntó: "¿Por qué os reís de que yo, Mou, sienta gran simpatía por Gong Sun Long?" Zi Yu le contestó: "Ese Gong Sun Long no sigue a ningún maestro ni tiene compañeros de doctrina. Aunque es un hábil dialéctico, sus discursos no tienen fundamento real. Divaga y no se atiene a las enseñanzas de ninguna escuela. Es extravagante y sus palabras, absurdas. Sólo pretende engañar a la gente y acallarla con su oratoria. Y eso lo practica en compañía de Han Tan". Gong zi Mou le arguyó: "Lo único que hacéis es acusar a Gong Sun Long. Quisiera conocer puntos concretos".
Zi Yu le dijo: "Me hace gracia cómo Long engañó a Kong Chuan cuando le dijo: Un buen arquero debe ser capaz de hacer que la punta de una segunda flecha acierte en la parte posterior del astil de la primera; disparadas una tras otra, deberán coincidir de tal manera que al observar la flecha primera, que sirve de blanco y aún no ha caído a tierra, y la segunda, apoyada todavía en la cuerda del arco, se vean como una sola flecha". Kong Chuan se quedó sorprendidísimo y Long le dijo: "No os creáis que eso es algo extraordinario. Un discípulo de Feng Meng llamado Hong Chao se enfadó un día con su mujer, y para asustarla tomó un arco Niao hao y le disparó a los ojos una flecha de Qi. La flecha alcanzó la pupila sin que el párpado pestañeara y cuando cayó al suelo no levantó polvo. ¿Acaso todo este discurso de Long puede venir de una mente lúcida?"
Gong zi Mou dijo: "Los estúpidos no pueden comprender los discursos de las mentes lúcidas. El que la punta de la segunda flecha dé en el extremo posterior de la primera se explica por la diferencia en el impulso dado a ambas flechas. Que la flecha pueda alcanzar la pupila sin que el párpado pestañee, es una propiedad de la flecha. ¿Por qué razón lo ponéis en duda?"
Yue Zheng zi Yu dijo: "Como sois discípulo de Long no podéis dejar de adornar sus puntos débiles. Voy a exponer otros defectos. Long mixtificaba al rey de Wei cuando le decía: Las ideas no están en la mente, el dedo que apunta no alcanza el objeto, los seres corpóreos no tienen fin, la sombra no se desplaza, un cabello puede arrastrar un peso de mil jun*, un caballo blanco no es un caballo, un ternero huérfano nunca tuvo madre. Absurdos de este tipo, imposibles de discutir."
Gong zi Mou dijo: "No habéis comprendido el sentido de esas profundas palabras y las tomáis por errores cuando el error está en vos mismo. Ved si no: cuando no hay ideas la mente permanece igual, cuando no hay dedo a todo se llega, cuando los seres se acaban es el ser permanente, la sombra que no se desplaza dícese que está cambiando, el cabello que arrastra mil jun es porque lo hace juntamente con otros cabellos, el caballo blanco no es un caballo porque hay una separación entre forma y nombre, un ternero huérfano nunca tuvo madre porque en caso contrario no sería huérfano.
Yue Zheng zi Yu dijo: "Tenéis explicación para toda esa algarabía de Gong Sun Long. ¡Hasta sus pedos alabaríais!" Gong zi Mou permaneció largo rato en silencio. Luego se despidió diciendo: "Si no os importa, más tarde volveré a veros para proseguir la discusión". [...]
16.-Guan Yin Xi dijo: "A quien no se apega a su propio ser las formas y las cosas se le hacen manifiestas: sus movimientos son como el agua, su calma como un espejo y sus respuestas como un eco. Por eso su dao** sigue a las cosas. Aunque las cosas se aparten del dao, el dao no se aparta de las cosas. El que sabe seguir el dao no usa el oído, ni la vista ni su fuerza ni su mente. Se equivoca, pues, quien aspira a seguir el dao y lo busca con la vista, con su oído, su cuerpo o su inteligencia. Intenta mirar ante sí para fijar el dao con la mirada y no se da cuenta de que está tras de sí. Cuando se usa el dao llena por completo los seis vacíos y cuando se le deja no se sabe dónde está. No se encuentra tan lejos que requiera un gran esfuerzo para ser alcanzado, ni tan cerca que se pueda conseguir sin proponérselo. Sólo en el silencio se le puede alcanzar. Sólo en la perfección de la propia naturaleza se le puede obtener. El verdadero saber, el verdadero poder, el saber que extingue los sentimientos y el poder que no actúa. ¿Cómo podría tener sentimientos quien ha borrado en sí todo conocimiento? ¿Cómo podría actuar quien ha anulado en sí toda capacidad? Eso es como acumular piedras o reunir arena; aunque no se actúe se estará lejos de los principios del dao".»
*Medida equivalente a 15 kgs.
** "Camino", "sendero" propio o figurado por el que el hombre avanza física o espiritualmente. También significa "método" y "doctrina". Para los taoístas, dao significa un último y supremo término, la realidad absoluta, la totalidad en la que quedan subsumidos y anulados los contrarios (ser-no ser, verdad-error, yo-no yo, y cuantas categorías ha elaborado nuestro entendimiento) en una unidad indiferenciada.
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