jueves, 27 de octubre de 2016

"La representación será la trampa".- Ferenc Molnár (1878-1952)


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 Acto primero

 "(Lujoso salón de invitados de un hermoso castillo al lado de la playa. Puertas a derecha e izquierda. Mobiliario de salón en medio del escenario: un sofá, una mesa y dos sillones. Grandes ventanas al fondo. Noche estrellada. El escenario está a oscuras. Cuando se levanta el telón, se oye  a unos hombres que conversan en voz alta tras la puerta de la izquierda. La puerta se abre y entran tres caballeros de esmoquin. Uno de ellos enciende la luz inmediatamente. Se dirigen hacia el centro en silencio y se sitúan alrededor de la mesa. Se sientan a la vez, Gál en el sillón de la izquierda, Turai en el de la derecha y Adám en el sofá del medio. Silencio muy largo, casi violento. Se estiran cómodamente. Silencio. Después):
 Gál: ¿Por qué estás tan pensativo?
 Turai: Estoy pensando en lo difícil que es comenzar la representación de una obra de teatro. Presentar a todos los personajes principales al inicio, cuando todo empieza.
 Adám: Me imagino que debe ser complicado.
 Turai: Es endiabladamente complicado. La obra de teatro empieza. El público se queda en silencio. Los actores salen al escenario y el tormento comienza. Es una eternidad; a veces pasa hasta un cuarto de hora antes de que el público averigüe quién es quién y qué hace ahí.
 Gál: ¡Sí que tienes una mente peculiar! ¿No puedes olvidarte de tu profesión ni siquiera por un momento?
 Turai: ¡Imposible!
 Gál: No pasa ni media hora sin que te pongas a hablar de teatro, actores u obras. Hay más cosas en el mundo.
 Turai: No las hay. Soy dramaturgo. Esa es mi maldición.
 Gál: No debes ser esclavo de tu profesión.
 Turai: Si no la dominas, eres su esclavo. No hay término medio. Créeme, no es fácil empezar bien una obra de teatro. Es uno de los problemas más arduos de la puesta en escena. Presentar a los personajes rápidamente. Fijémonos en esta escena de aquí, con nosotros tres. Tres caballeros de esmoquin. Supongamos que no suben al salón de este castillo señorial, sino a un escenario, justo cuando comienza la obra de teatro. Tendrían que hablar sobre toda una serie de temas sin interés hasta que pudiera saberse quiénes somos. ¿No sería mucho más fácil comenzar todo esto poniéndonos de pie y presentándonos a nosotros mismos? (Se levanta.) Buenas noches. Los tres estamos invitados en este castillo. Acabamos de llegar del comedor, donde hemos tomado una cena excelente y hemos bebido dos botellas de champán. Mi nombre es Sándor Turai, soy autor teatral, llevo escribiendo obras de teatro desde hace treinta años, ésa es mi profesión. Punto y final. Tu turno.
 Gál: (Se levanta.) Mi nombre es Gál, también soy autor teatral. También escribo obras de teatro en colaboración con este caballero, aquí presente. Somos una pareja famosa de autores teatrales. En todos los carteles de las buenas comedias y operetas se lee: escrita por Gál y Turai. Naturalmente, ésta es también mi profesión.
 Gál y Turai: (A la vez.) Y este joven...
 Adám: (Se levanta.) Este joven es, si me lo permiten, Albert  Adám, veinticinco años, compositor. Escribí la música de la última opereta de estos dos amables caballeros. Este es mi primer trabajo para el teatro. Estos dos ángeles veteranos me han descubierto y ahora, con su ayuda, me gustaría hacerme famoso. Gracias a ellos me han invitado a este castillo, gracias a ellos me han hecho el frac y el esmoquin. En otras palabras, por el momento, soy pobre y desconocido. Aparte de eso, soy huérfano y me crio mi abuela. Ella ya falleció. Estoy solo en el mundo. No tengo nombre ni fortuna.
 Turai: Pero eres joven.
 Gál: E inteligente.
 Adám: Y estoy enamorado de la solista.
 Turai: No debiste añadir eso. Los espectadores lo habrían averiguado de todas formas.  (Todos se sientan.) Y bien, ¿no sería esta la manera más sencilla de empezar una obra de teatro?
 Gál: Si nos permitiesen hacerlo, sería fácil escribir obras de teatro.
 Turai: Créeme, no es tan complicado. Piensa en todo ello como en...
 Gál: De acuerdo, de acuerdo, de acuerdo, no empieces a hablar de teatro otra vez. Estoy harto de ello. Ya hablaremos mañana, si quieres". 
     

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