Compañero, compañero
"-Compañero, compañero / casóse mi linda amiga,
casóse con un villano, / que es lo que más me dolía.
Irme quiero a tornar moro / allende la morería,
cristiano que allá pasare / yo le quitaré la vida.
-No lo hagas, compañero, / no lo hagas por tu vida.
De tres hermanas que tengo / darte he yo la más garrida,
si la quieres por mujer, / si la quieres por amiga.
-Ni la quiero por mujer / ni la quiero por amiga,
pues que no pude gozar / de aquélla que más quería.
Romance de Lanzarote
Nunca fuera caballero / de damas tan bien servido,
como fuera Lanzarote / cuando de Bretaña vino
que dueñas curaban de él, / doncellas del su rocino.
Esa dueña Quintañona, / ésa le escanciaba el vino,
la linda reina Ginebra / se lo acostaba consigo;
y estando al mejor sabor, / que sueño no había dormido,
la reina, toda turbada, / un pleito ha conmovido.
-Lanzarote, Lanzarote, / si antes hubieras venido
no hablara el orgulloso / las palabras que había dicho,
que a pesar de vos, señor, / se acostaría conmigo.
Ya se arma Lanzarote, / de gran pesar conmovido;
despídese de su amiga, / pregunta por el camino.
Topó con el orgulloso / debajo de un verde pino;
combátense de las lanzas, / a las hachas han venido.
Ya desmaya el orgulloso, / ya cae en tierra tendido;
cortárale la cabeza / sin haber ningún partido;
vuélvese para su amiga, / donde fue bien recibido.
Yo me levantara, madre
Yo me levantara, madre, / mañanica de San Juan,
vide estar una doncella / ribericas de la mar.
Sola lava y sola tuerce, / sola tiende en un rosal;
mientras los paños se enjugan, / dice la niña un cantar:
-¿Dó los mis amores, dó los? / ¿Dó los andaré a buscar?
Mar abajo, mar arriba, / diciendo iba el cantar,
peine de oro en las sus manos / por sus cabellos peinar:
-Dígasme tú, el marinero, / si, Dios te guarde de mal,
si los viste mis amores, / si los viste allá pasar.
Romance de Fontefrida
Fontefrida, Fontefrida, / Fontefrida y con amor,
do todas las avecicas / van tomar consolación,
sino es la tortolica / que está viuda y con dolor.
Por allí fuera a pasar / el traidor del ruiseñor,
las palabras que le dice / llenas son de traición:
-Si tú quisieses, señora, / yo sería tu servidor.
-Vete de ahí, enemigo, / malo, falso, engañador,
que ni poso en ramo verde / ni en prado que tenga flor,
que si el agua hallo clara, / turbia la bebía yo;
que no quiero haber marido / porque hijos no haya, no,
no quiero placer con ellos / ni menos consolación.
¡Déjame, triste, enemigo, / malo, falso, mal traidor,
que no quiero ser tu amiga / ni casar contigo, no!"
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