lunes, 20 de febrero de 2017

"Los Lusiadas".- Luis de Camoens (1524-1580)


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 Canto sexto
 
 92
«Ya la mañana clara en los oteros / daba do el Ganges suena murmurando,
cuando del alta gavia marineros / por la proa van tierra divisando.
Fuera de aquellos mares ya primeros / y de tormenta va el temor volando;
alegre dixo aquel piloto estraño: / "¡Tierra es de Calecú si no me engaño!

93
Ésta, la tierra que buscáis, es cierta / de la India verdadera, que aparece,
y si más no queréis, cerrad la puerta / al trabajo que todo aquí fenece."
A Gama luego el alegría despierta / esta certinidad y allí agradece
arrodillado, con un pío celo, / la grande alta merced a Dios del Cielo.

94
Las gracias a Dios daba y razón era, / que no sólo la tierra le mostrara
que con tanto temor buscando fuera, / por quien tantos trabajos ya pasara,
mas de la muerte cierta y verdadera / le libraba que ya le aparejara
el espantoso viento en la mar brava, / cual quien de horrendo sueño despertaba.

95
Por los peligros fieros enemigos, / por los graves trabajos y temores
alcanzan los que son de fama amigos / de la honra inmortal grados mayores;
no recostados siempre en los antiguos / troncos nobles de sus antecesores;
no en los dorados lechos entre finos / de Moscouia animales cebelinos;

96
no con manjares nuevos, exquisitos, / ni con blandos paseos ociosos,
no con varios deleites infinitos / que afeminan los pechos generosos,
no con nunca vencidos apetitos / que la Fortuna hace poderosos,
y luego al pie para mover escaso / a grandes obras de virtud el paso;

97
mas con el fuerte brazo bien buscando / honras que propias puedan ser llamadas,
tempestades del crudo mar pasando, / vigilando y vistiendo armas pesadas,
del sur los torpes fríos superando / y de regiones mil desabrigadas,
donde corrupto ya el mantenimiento / se tiemple con un arduo sufrimiento;

98
y con forzar al rostro temeroso / a mostrarse seguro, alegre, entero
al tiro ardiente y fiero que espantoso / llevó al brazo o la pierna al compañero.
Desta arte el pecho cría un callo honroso, / de honras despreciador y de dinero,
de honras y de dinero que ventura / forjó, y no la virtud que es justa y dura;

99
recibe lumbre así el entendimiento / que experiencias hacen reposado,
y queda viendo, como de alto asiento, / el baxo suelo humano embarazado;
éste, do gobernare el regimiento / derecho y no de afectos ocupado,
subirá (como debe) a ilustre mando / contra su voluntad y no rogando.»

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