lunes, 24 de agosto de 2015

"La vida nueva".- Dante Alighieri (1265-1321)

Resultado de imagen de dante 
XV
 "Aquí cualquiera persona digna de que se le aclaren las dudas podría dudar de lo que digo acerca de Amor, tratándolo como si fuera una cosa en sí, y no sólo sustancia inteligente, sino como si fuese sustancia corpórea. Lo cual, a decir verdad, es falso, pues Amor no existe por sí mismo como sustancia, sino que es un accidente en la sustancia. Que yo hablo de él como si fuera cuerpo y, más aún, como si fuera hombre, despréndese de tres cosas que digo de él. Primeramente, digo que le vi venir de lejos; pero como venir implica movimiento local, y como, según el filósofo, sólo el cuerpo es localmente móvil, se deduce que considero a Amor como cuerpo. También digo de él que reía y hasta que hablaba, lo cual- especialmente la risa- parece propio del hombre: por tanto, es evidente que lo considero personificado.
 Para aclarar estas cosas, según creo oportuno, conviene considerar que antiguamente no había cantores de amor en lengua vulgar, sino que los cantores eran ciertos poetas de lengua latina; los asuntos amorosos no los trataban poetas vulgares, sino poetas cultos; y me refiero a entre nosotros, pues quizá en otras partes, como en Grecia, suceda aún lo que sucedía. No ha muchos años que surgieron los primeros poetas vulgares (hablar en rima en vulgar equivale a hablar en verso en latín, según cierta proporción). Y señal de que hace poco tiempo es que si buscamos en lengua de oc o en lengua de , no encontraremos escrito nada más allá de ciento cincuenta años a esta parte. Por cierto que la causa de que algunos burdos poetas lograsen nombradía de bien decir es que fueron los primeros que compusieron en lengua de . Y lo que movió al primero de todos ellos a versificar en lengua de fue el deseo de que entendiera sus decires una mujer a quien se le hacían de difícil entendimiento los versos latinos. Cito el detalle contra quienes riman sobre materia no amorosa, siendo así que tal guisa de expresarse fue inventada para decirles de Amor.
 Por ende, como los poetas tienen más licencia en el lenguaje que los prosadores, y como quienes hablan en rima no son sino poetas vulgares, justo y razonable es que se les conceda mayor licencia en el lenguaje que a los demás que se expresan en vulgar; así es que toda figura o recurso retóricos que se concedan a los poetas deben concederse a los rimadores. Si, pues, vemos que los poetas han hablado de las cosas inanimadas como si tuvieran sentidos y razón y han hecho que hablaran entre sí (y ello no sólo con cosas verdaderas, sino con cosas falsas, pues de cosas que no existen han dicho que hablan del mismo modo que han dicho que hablan de muchos accidentes cual si fueran sustancias y hombres), justo es que el rimador haga lo mismo, pero no sin razón alguna, sino razonadamente, de manera que sea posible explicarlo en prosa.
 Que los poetas han hablado como se ha dicho se demuestra con Virgilio, quien- en el primer canto de la Eneida- dice que Juno, diosa enemiga de los troyanos, habló así a Eolo, señor de los vientos: Aeole, namque tibo, a la que Eolo repuso: Tuus, o regina, quid optes explorare labor; mihi jussa capessere fas est. El mismo poeta, en el tercer acto de la Eneida, hace que la cosa inanimada hable con la cosa animada, donde dice: Multum, Roma,tamen, debes civilibus armis. Horacio hace que el hombre hable con su misma ciencia como con otra persona. Y no solamente son palabras de Horacio, sino que éste, casi repitiendo las del buen Homero, dice en su Arte poética: Dic mihi. Musa virum. Ovidio, al principio del libro llamado Remedio de amor, hace que Amor hable como un ser humano donde dice: Bella mihi, video, bella parantur, ait.
 Todo esto pueden tenerlo en cuenta quienes duden en alguna parte de este mi opúsculo. Y para que no tergiverse las cosas ninguna persona obtusa, debo añadir que ni los poetas hablaron así sin sentido ni los rimadores deben hablar sin poner sentido en lo que digan, pues gran vergüenza sería para quien rimase con figuras y recursos retóricos que, al pedirle que desnudase sus palabras de tal vestidura, para que fueran entendidas rectamente, no supiese hacerlo.
 Mi primer amigo y yo conocemos a algunos de los que riman tan neciamente".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Realiza tu comentario: