sábado, 26 de noviembre de 2016

"Gramática parda".- Juan García Hortelano (1928-1992)


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  Lección 25.- Nexos binarios en funciones terciarias
 
 "-Lo celebro, aunque me parece una cochinada. Verás, Bonus, quiero hablarte muy crudamente, a pesar de tus pocos años y confiando sólo en tu corrompida precocidad. A mí, madame Motmot, me atrae como ninguna otra hembra, pero me plantea problemas mecánicos, bien por su cantidad, bien por su sabiduría. A ningún varón nos gusta que ella sepa más, pero si, además, hay tanto ella, yo es que me aturullo. Y, en medio del puro extravío, al no saber por dónde me hallo, temo, y con fatales consecuencias, ultrajar a mi adorada tomando un camino no sólo equivocado, sino torpe. ¿Me entiendes, muchacho?
 -No lo entiendo, don Teobaldo. Pero si la señora es de lo más comprensivamente transitable...
 -Pero yo soy muy prejuicioso y no consentiría que mi novia me admitiese un tránsito desviado.
 -Ahora lo que comprendo es que usted quiera casarse. No obstante, ya que no de su gazmoñería, permítame que dude de su pericia, ni siquiera para encontrar la senda clásica. Está usted aún muy verde, don Teobaldo, y no le vendría nada mal volver a las clases prácticas. Efectivamente, con doña Marcelina usted se aturulla mucho.
 -Muchísimo. He llegado, besando su nariz, a asombrarme de que tuviera una nariz con uña. Como comprenderás, no es agradable encontrarte agarrado al dedo gordo de un pie, cuando creías estar en las alturas. Y, luego, que ella es muy emprendedora y lo mismo quiere que le sople una oreja o que le muerda el lóbulo, cuando uno le está trabajando a pellizcos la región umbilical. Te digo, joven, que las mujeres tienen un mapa erógeno enrevesadísimo. Y hay que reducírselo al croquis de toda la vida, so pena de ser abusado.
 -Aunque me resisto a temerlo, temo, don Teobaldo, que sus ideas sobre la configuración y constitución del cuerpo femenino no sean todo lo precisas que de su edad cabría exigir. Dispense un minuto.
 Bonus Eventus corrió a la borda, comprobó que se aproximaban al puente de Alejandro III y volvió a su silla de grumete, frente a la tumbona transatlántica sobre la que viajaba el caballero.
 -Cuando dices configuración y constitución, ¿he de entender, ilustrado Eventus, orografía y arqueología aplicada, respectivamente?
 -Ha.
 -En ese caso, debes considerar que el hombre es un animal que sólo conoce correctamente lo que aprendió de niño. Gracias a una educación impecable, hasta muy crecido no tuve yo ocasión experimental de conocer mejor. Y lo que de cachorro no se aprende, ya nunca se aprende bien, porque siempre coincidirá la realidad con la idea de la realidad que nos hicimos mientras vivíamos de imaginaciones.
 -Dicho de otro modo, que usted, señor, conoce mal a las mujeres.
 -Yo tampoco diría mal sino dudoso y embarullado, como todo conocimiento previo que se resiste a desaparecer y se ve obligado a coexistir con la realidad puercamente estricta.
 -Y eso, ¿le pasa con otros muchos campos del conocimiento?
 -Con casi todos, porque la niñez, y sobre todo la que yo tuve la suerte de pasar, suele ser demasiado corta para aprender lo que luego esta época enciclopedista nos exige.
 -Como, por ejemplo, un reloj.
 -De ninguna manera. Yo de un reloj tengo ideas muy claras, porque nunca he perdido el tiempo, ni lo perderé, en examinar el mecanismo de un reloj, ni en imaginármelo.
 -Y, ¿de la justicia distributiva?
 -Bien elegido el ejemplo, muchacho. Yo de la justicia distributiva, como de las mujeres, ya te digo, o de esta ciudad luz o de la generosidad o de la Reina Gobernadora o de la ectosfera, tengo ideas confusas, porque todas esas entidades las imaginé siendo niño y sólo de mayor las conocí. Se trata de un nudo cognoscitivo que no hay modo de desatar. Ahora, eso sí, la ventaja de esta doble simultaneidad es que te mueres sin saber lo que es la vida.
 -Platónico le encuentro, don Teobaldo. Y así, me parece que no conseguirá usted montarse a madame de la Voilissière. Quien, por cierto, debió de aprender la arqueología aplicada y la orografía nada más saltar de la cuna.
 -Es la única forma de llegar a ser un crápula. Si no lo mamas del ama seca, te puedes jubilar ignorando que las hembras hacen pis por delante.
 -Compruebo que tampoco está usted tan falto de conocimientos reales, señor García... Y, ¿un explosivo? ¿Tiene usted confusiones sobre los explosivos?"

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