domingo, 11 de enero de 2015

"Cantar de cantares".- Fray Luis de León (1527-1591)


  

"Tres condiciones, y diferencias entendemos en el amor de dos personas; una, quando fingen quererse bien y no se quieren y viven engañándose el uno al otro con palabras y demonstraciones amorosas. Otra, quando la una de las partes ama con verdad y la parte amada muestra querelle responder mas de hecho no le responde. La tercera, quando quieren y son queridos por igual grado y medida. De los primeros no hay que tratar, porque no es amor el suyo sino puro fingimiento y embuste y, qual hacen, ansí lo pagan; y aunque ámbos hacen mal y profanan la virtud, verdad y santidad del amor, cuyo nombre usurpan, y cuyas propriedades remedan, estando tan léjos de sus obras; pero ninguno agravia al otro, ni tiene que quejarse de su compañero porque en fingir entre sí, y mentirse, corren á las parejas.
 El segundo estado, donde el que ama no es amado, es infeliz y trabajoso mas que ninguno otro que haya debaxo del cielo; porque se juntan en él culpa y pena, que son todos los males en su mas subido grado. La pena padece el que ama; y la culpa se comete de parte del que no responde á su amado. Y entenderse ha quán grande sea cada uno destos males en su razón, si se advirtiere primero, que el amar una persona á otra, no es otra cosa, sino hacer el que ama un entregamiento y una cesión de todos sus bienes en el que es amado, desposeyéndose á sí de sí mismo y poniendo en la posesión desto y de toda su alma á la otra parte. [...]
 Esto presupuesto, se entiende lo primero, el incomparable mal y daño que padece la parte desamada, porque se vee desposeída de sí y entregada sin remedio en el poder de otra persona; y que el señor se levanta con la entrega villanamente, sin hacelle correspondencia ó restitución alguna. Y si es pena á uno verse despojado de su hora y hacienda; ya veis quál y quánto mayor será la del pobre que se vee desposeído de lo uno y de lo otro y también de sí mismo. [...] Por el contrario, y por los mismos pasos se entiende lo segundo, lo mucho que peca y la gran vileza y fealdad que comete aquel que siendo amado ó no ama ó no desengaña abiertamente al triste amante. [...]
 Resta que digamos del tercer estado, que es el más dichoso de todos; porque cierto es la más feliz vida que acá se vive, la de dos que se aman y es muy semejante y muy cercano retrato de la del cielo, adónde ván y vienen llamas del divino amor, en que amando, y siendo amados los bienaventurados, se abrasan; y es una melodía suavísima que vence toda la música más artificiosa la consonancia de dos voluntades que amorosamente se responden. Porque los que aman como los primeros que dijimos, no son hombres; y los que aman como los segundos son ó desdichados ó malos hombres; solo para estos terceros se queda la buena dicha y buena andanza la quál, como dicen los sabios, consiste en tener el hombre todo el bien que quiere; y el que ama y es amado ni desea mas de lo que ama ni le falta nada de lo que desea".

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