jueves, 15 de julio de 2021

Diario.- Petter Moen (1901-1944)


Resultado de imagen de petter moen
Jueves, 27 de julio. 175º día.


 «Jueves por la tarde.
Muchos estarán decepcionados por mi “estado espiritual”. Estoy pensando sobre todo en padre y los demás “creyentes” de mi familia. En mis hojas del diario de la celda de aislamiento supongo que leerían más o menos el siguiente argumento: ¿Ves? En el sufrimiento y en el miedo –ahí es donde encontraste el camino de la salvación de Dios. Ahora que crees que ha pasado el peligro –ahora lo conviertes todo en obra del hombre –psicología y “casualidad”- y niegas al Dios ante el que te has arrodillado y llorado en rezo.
 Para mí la celda de aislamiento queda como una experiencia. Fue una vivencia espiritual -¡¡por fin!! Ante todo me ha enseñado que “lo religioso” es algo exclusivamente espiritual. No es un asunto ni del pensamiento ni de la voluntad. Es un sentimiento –generado por la necesidad. La educación y la tradición ponen a nuestra disposición ciertas formas de fe y éstas se aceptan a causa del valor emocional que las acompaña. Supongo que también puede tener lugar algo “religioso” en un individuo que carezca de educación religiosa y que pertenezca a una sociedad sin experiencia religiosa. Podemos ver que la historia  lo muestra.
 La necesidad de “salvación” se genera por el miedo y el sufrimiento y aspira a una salvación completamente terrenal. En la necesidad –en manos del enemigo- la idea de un “poder superior” al enemigo surge con una fuerza y una naturalidad que provienen del instinto de conservación y de la voluntad de defensa. Estos elementos naturales de la mentalidad religiosa son “racionalizados” en un sistema de teo-logía –saber sobre “Dios” o “los dioses”. La racionalización se lleva a cabo con toda la lógica de la que dispone el individuo o la estirpe y por un tiempo representa la experiencia espiritual de la estirpe de un modo completamente válido. Este tiempo hace mucho que ha pasado en el caso de la teología cristiana ortodoxa. Podía vencer en el ánimo humano cuando la estirpe aún no había roto el anillo mágico de la ilusión. Ahora está roto. Todo esto ya lo sabía antes con la cabeza. Ahora la cuestión está también aclarada como “asunto del corazón”. Intelectual y emocionalmente el asunto –la cuestión religiosa- ha arrojado la siguiente “solución” o respuesta: quien busca se encuentra a sí mismo. Encuentra su propio miedo –su desamparo en manos del enemigo y su deseo “que anhela el cielo” de salvarse del miedo, la muerte y el sufrimiento. Quien pueda librarme (librarlo) de estas “potencias del mal” sin duda es “Dios”. Quien pueda abolir estos pensamientos y sentimientos míos sin duda también es una “gran potencia”.
[…]

 Sábado, 29 de julio. 177º día

 “Mataniños” llamamos a uno de los carceleros. Él y “Rojo” fueron los que nos procuraron el castigo del hambre por un juego de cartas.
 Desde entonces ha estado imposible. Se comporta de un modo descarado, grosero y malicioso. Ayer volvió a venir por aquí para pavonearse. Constató algo de polvo sobre un estante y enseguida sacó la pestilente palabra “Schwein*”. De nada sirve protestar o dar explicaciones. En tal caso nos ronda el castigo de hambre. Esta semana nos han amenazado dos veces con eso.
 Cualquiera tendría que entender que haya polvo en una celda en la que sencillamente no se puede ventilar porque la “ventana” es un ventanuco a la altura del techo tapado por un postigo. Como es obvio limpiamos todo el polvo que podemos pero de poco sirve. El polvo está aquí y no podemos quitarlo. Esto también lo sabe “Zampa-niños” como es natural. Aun así nos llama “Schwein”. En fin –esto es una nimiedad- pero es tan típica del “sistema” de aquí que merece su lugar.
 Lo típico es que carecemos de cualquier derecho –incluso de los más simples derechos de la decencia.
[…]

Lunes, 31 de julio. 179º día

 El optimismo en el bando noruego de la cárcel con respecto al final de la guerra es enorme. ¡¡Se espera que llegue en los próximos dos meses!! ¡¡Y las puertas de la libertad se abrirán para nosotros!! dice el correo V. Es evidente que resulta tentador creer en semejante evangelio –pero sin duda hay un número considerable de factores inciertos en este producto del “Visto y oído” y del deseo.
 Ayer entró un hombre nuevo en la D 35. ¡¡Dice que la gente cree que la guerra se va a acabar dentro de un mes!! Yo no creo nada pero espero que el final llegue este año. No es una esperanza del todo infundada. Cf. Arne Ording.
Resultado de imagen de petter moen Es por la tarde del 31 de julio. Los otros tres habitantes de la C 35 están durmiendo en el suelo. El recién llegado está inquieto y se despierta a menudo de un respingo. Es un tipo majo y tranquilo de veinte años que hoy ha estado en su primer interrogatorio. No han llegado a pegarle pero el látigo estaba allí. Han usado un lenguaje horroroso así que el veinteañero está un poco alterado, como es normal. Su caso no es en absoluto un caso. Estaba de vacaciones visitando a un tío suyo y es posible que el caso ataña a su tío. Esto no lo sabe el joven y tampoco sabe en qué podría consistir semejante caso in casu.

 Martes, 1 de agosto. 180º día

 Se ha vuelto a declarar la guerra entre 5984 y yo. Creo que de hecho todo lo que se puede pedir y más para evitar la discordia. Pero a la larga es imposible. Reidar Olaf Erichsen es un verdadero canalla cuyos modales canallescos tienen que acabar con la paciencia de cualquier persona sensata. No hace falta nada para sacarlo de sus casillas y entonces dispara sus insultos de cloaca y riñe a diestro y siniestro con la “lógica” de un niño de ocho años. No recuerda sus propias afirmaciones un segundo después de haberlas defendido.
 Sus “argumentos” consisten en débiles analogías del tipo: “Dices que soy basto y maleducado. Ergo debes de pensar que tú eres mucho más fino y mejor que los demás”. Erichsen no entiende que el ergo de este “argumento” no es válido y no se percata de la advenediza introducción de los términos ‘los demás’ en vez de ‘yo’ (si el argumento por lo demás fuera válido). Una serie de errores de este tipo no tardan en enmarañarlo todo.
 Por añadidura, los argumentos tienen para él una importancia subordinada o casi inexistente. En su lugar utiliza palabrotas. Sus palabrotas son excepcionalmente groseras –recogidas de los basureros del sexualismo y la escatología. Van acompañadas por amenazas de ponerte los “ojos morados” –de “limarte la boca”, etc. Así que las maldiciones son la argamasa de esta construcción de primitivismo y sexualismo.
 Le he aguantado mucho a este paria. He hecho lo suficiente para mantener una buena relación con él. Ya no quiero más. Callo.

 Miércoles, 2 de agosto. 181º día

 El cuatro de agosto –el viernes- hará medio año que estoy en la cárcel. Ese día me hubiera gustado hacer un “balance” por escrito. Tendría que incluir las pérdidas y ganancias de las experiencias y reflexiones de los últimos seis meses. Debería arrojar un resultado en forma de un sí o un no a algunas cuestiones de importancia.
 No creo que llegue a hacerlo. No hay aquí suficiente tranquilidad para semejante empresa.
 Ahora estamos cuatro hombres en diez metros cuadrados. El calor del verano hace sofocante la celda… y yo no dispongo de la tensión interior que se precisa.

 Jueves, 3 de agosto. 182º día


 El desaliento respecto de mí mismo y del ser humano en general se ha visto fuertemente reforzado durante mi tiempo en la cárcel. Lo visto y lo oído me muestran con claridad y distinción que deambulamos estúpidamente por una maleza de infantilismos. Hombres grandes y poderosos, con la gorra ladeada y cordones y cintas de colores por aquí y por allá, salen a la caza de una astilla –un trocito de cordel- un trapo. Aparentan enfurecerse sobremanera por asuntos ínfimos que inflan hasta convertirlos en “Staats und Hauptaffairen”**. Todo esto es enteramente ridículo y sobre el trasfondo de las muertes masivas y la destrucción resulta desquiciado preocuparse por una astilla de madera cuando todo el reino está siendo destruido –porque la vanidad está vinculada con la astilla de madera- es auténticamente humano – y despreciable.
 Muchos de mis pensamientos actuales están relacionados con la conducta humana habitual aquí en el mundo. Este tipo de pensamientos se ven necesariamente marcados por el pesimismo. La conducta humana es por lo general insensata e inmoral. Se sacrifica sin remedio al individuo a favor del reglamento de las hordas y éstas no conocen más que el blanco y el negro. Esta polarización de los conceptos y los sentimientos es la reacción normal a la realidad.»

 *Cerdo, en alemán.
** Asuntos principales y de Estado, en alemán

  [El texto pertenece a la edición en español de Editorial Veintisiete Letras, 2009, en traducción de Cristina Gómez Baggethun, pp. 115-121. ISBN: 978-84-92720-03-3.]

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Realiza tu comentario: