Tercer acto. Escena 1
«Está atardeciendo. Gerardo y Paulina están afuera, en la terraza frente
al mar, Gerardo tiene una grabadora. Roberto adentro, atado.
Paulina: No entiendo por qué.
Gerardo: Necesito saber.
Paulina: ¿Por qué? (Pausa breve)
Gerardo: Te quiero, Paulina.
Necesito saberlo de tus labios. No es justo que después de tantos años quien me
lo diga sea él. No sería… tolerable.
Paulina: En cambio si yo te lo digo ¿es… tolerable?
Gerardo: Más tolerable que si
me lo dice primero él.
Paulina: Ya te lo conté una
vez, Gerardo. ¿No te bastó?
Gerardo: Hace quince años me
empezaste a contar y después…
Paulina: No te iba a seguir
contando frente a esa puta, ¿no? Apareció esa puta, saliendo de tu dormitorio
medio desnuda preguntándote que por qué estabas tardando tanto, no iba a…
Gerardo: No era puta.
Paulina: ¿Sabía ella dónde
estaba yo? (Pausa breve.) Sabía,
claro que sabía. Una puta. Acostarse con un hombre cuando su mujer no estaba
precisamente en condiciones de defenderse, ¿no?
Gerardo: No vamos a empezar
con esto de nuevo, Paulina.
Paulina: Tú empezaste.
Gerardo: Cuántas veces te lo
tengo que… Llevaba dos meses tratando de ubicarte. Ella pasó a verme, dijo que
podía ayudar. Nos tomamos unos tragos y… por Dios, yo también soy humano.
Paulina: Mientras yo te
defendí, mientras tu nombre no salió de mi boca. Pregúntale, pregúntale a
Miranda si yo siquiera te mencioné una vez, mientras que tú…
Gerardo: Ya me perdonaste, ya
me perdonaste, ¡hasta cuando! Nos vamos a morir de tanto pasado, nos vamos a
sofocar de tanto dolor y recriminación. Terminemos la conversación que
interrumpimos hace quince años, cerremos este capítulo de una vez por todas,
terminémosla de una vez y no volvamos a hablar de esto nunca más.
Paulina: Borrón y cuenta
nueva, ¿eh?
Gerardo: Borrón no, cuenta
nueva sí. ¿O vamos a estar pagando una y otra y otra vez la misma cuenta? Hay
que vivir, garita, vivir, hay tanto futuro que nos…
Paulina: ¿Y qué querías? ¿Qué
te hablara frente a ella? ¿Qué te dijera, me violaron, pero yo no dije tu
nombre, frente a ella, que yo te lo…? ¿Cuántas veces?
Gerardo: ¿Cuántas veces qué?
Paulina: ¿Cuántas veces le
hiciste el amor? ¿Cuántas?
Gerardo: Paulina…
Paulina: ¿Cuántas?
Gerardo: Mi amor.
Paulina: ¿Cuántas? Yo te
cuento, tú me cuentas.
Gerardo: (desesperado, sacudiéndola y después abrazándola) Paulina, Paulina,
Paulina. ¿Me quieres destruir? ¿Eso quieres?
Paulina: No.
Gerardo: Lo vas a conseguir.
Lo vas a conseguir y vas a quedarte sola en un mundo en que yo no exista, en
que no me vas a tener más. ¿Eso es lo que quieres?
Paulina: Quiero saber cuántas
veces hiciste el amor con esa puta.
Gerardo: No sigas, Paulina.
No digas ni una palabra más.
Paulina: La habías visto
antes, ¿no? No fue ésa la primera noche. Gerardo, la verdad, necesito saber la
verdad.
Gerardo: ¿Aunque nos
destruya?
Paulina: Tú me cuentas, yo te
cuento. ¿Cuántas veces, Gerardo?
Gerardo: Dos veces.
Paulina: Esa noche. ¿Y antes?
Gerardo: (muy bajo) Tres.
Paulina: ¿Qué?
Gerardo: (más fuerte) Tres veces antes.
Paulina: ¿Tanto te gustó? (Pausa) Y a ella le gustó, ¿no? Le
tiene que haber gustado si volvió…
Gerardo: ¿Te das cuenta de lo
que me estás haciendo, Paulina?
Paulina: ¿Irreparable?
Gerardo: (desesperado) ¿Pero qué más quieres? ¿Qué más quieres de mí?
Sobrevivimos la dictadura, la sobrevivimos, y ahora ¿nos vamos a destruir,
vamos a hacernos tú y yo lo que estos desgraciados fueron incapaces de
hacernos?
Paulina: No.
Gerardo: ¿Quieres que me
vaya? ¿Eso quieres? ¿Qué salga por esa puerta y no vuelva nunca más?
Paulina: No.
Gerardo: Lo vas a conseguir.
Uno también se puede morir de demasiada verdad. (Pausa) ¿Me quieres destruir? Me tienes en tus manos como si fuera
un bebé, indefenso, en tus manos, desnudo. ¿Me quieres destruir? ¿Me vas a
tratar como tratas al hombre que te…?
Paulina: No.
Gerardo: ¿Me quieres…?
Paulina:
(Susurrando) Te quiero vivo. Te
quiero adentro mío, vivo. Te quiero haciéndome el amor y te quiero en la
Comisión defendiendo la verdad y te quiero en mi Schubert que voy a recuperar y
te quiero adoptando un niño conmigo…
Gerardo: Sí, Paulina, sí, mi
amor.
Paulina: Y te quiero cuidar
minuto a minuto como tú me cuidaste a mí a partir de esa…
Gerardo: Nunca vuelvas a
mencionar a esa puta noche. Si sigues y sigues con esa noche, me vas a
destruir, Paulina. ¿Eso quieres?
Paulina: No.
Gerardo: ¿Me vas a contar
entonces?
Paulina: Sí.
Gerardo: ¿Todo?
Paulina: Todo. Te lo voy a
contar todo.
Gerardo: Así… así vamos a
salir adelante… Sin escondernos nada, juntos, como hemos estado estos años,
así, ¿sin odio? ¿No es cierto?
Paulina: Sí.
Gerardo: ¿No te importa que
te ponga la grabadora?
Paulina: Pónmela. (Gerardo pone la grabadora)
Gerardo: Como si estuvieras
frente a la Comisión.
Paulina: No sé cómo empezar.
Gerardo: Empieza con tu
nombre.
Paulina: Me llamo Paulina
Salas. Ahora estoy casada con el abogado don Gerardo Escobar pero en ese
tiempo…
Gerardo: Fecha…
Paulina: El 6 de abril de
1975, yo era soltera. Iba por la calle San Antonio…
Gerardo: Lo más preciso que
puedas…
Paulina: A la altura de
Huérfanos, cuando escuché detrás mío un… tres hombres se bajaron de un auto, me
encañonaron, si habla una palabra le volamos la cabeza, señorita, uno de ellos
me escupió las palabras en el oído. Tenía olor a ajo. No me sorprendió que
tuviera ese olor sino que a mí me importara, que me fijara en eso, que pensara
en el almuerzo que él acababa de comerse, que estaba digiriendo con todos los
órganos que yo había estudiado en mi carrera en Medicina. Después me reproché
a mí misma, tuve mucho tiempo en realidad para pensarlo, yo sabía que en esas
circunstancias había que gritar, que la gente supiera que me agarraron, gritar
mi nombre, soy Paulina Salas, me están secuestrando, que si uno no pega ese
grito en ese primer momento ya te derrotaron, y yo agaché el moño, me entregué
a ellos sin protestar, me puse a obedecerlos demasiado pronto. Siempre fui
demasiado obediente toda mi vida.»
[El texto pertenece a la edición en español de Editor digital
Titivillus, 1990.]