"Pero de estos jóvenes, hombres y mujeres estudiantes, deben nacer los futuros líderes de la nación. Desafortunadamente, están sujetos a muy variadas influencias. La no-violencia les ofrece poca atracción. Golpe por golpe o dos por uno es una lógica fácilmente entendible. Parece dar un resultado inmediato, aunque momentáneo. Es una prueba sin fin de la fuerza bruta, como las que vemos en tiempos de guerra o entre los animales y los seres humanos. El apreciar la no-violencia implica una búsqueda paciente y una práctica todavía más paciente y difícil. No he entrado en la lista de los que compiten por la atención de los estudiantes por las mismas razones que han impuesto mi línea de actuación con los kisans (campesinos) y trabajadores. Pero yo mismo soy como un estudiante, en el sentido más amplio del término. Mi universidad es diferente a la suya. Ellos tienen de mi parte una permanente invitación para venir a mi universidad y unirse a mi búsqueda. He aquí las condiciones:
1.-Los estudiantes no deben participar en la política partidaria. Son estudiantes, no políticos.
2.-No pueden recurrir a las huelgas políticas. Deben tener sus héroes pero su devoción la tienen que demostrar imitando lo mejor de ellos; no haciendo huelga aunque sus héroes sean encarcelados, mueran y hasta sean enviados a la horca. Si su dolor es insoportable y si todos los estudiantes lo sienten de la misma manera, en tales circunstancias, las escuelas y las universidades se pueden cerrar, con la autorización de sus directores. Si los directores no los escuchan, se permitirá a los estudiantes abandonar pacíficamente sus centros de enseñanza hasta que los directores se arrepientan y los vuelvan a llamar. Por ningún motivo pueden usar la coerción contra los directores y contra la autoridad. Deben tener confianza en que, si están unidos y son dignos en su comportamiento, su victoria será segura.
3.-Debe dedicarse al hilado de una manera científica como un ejercicio de autosacrificio. Sus instrumentos estarán siempre aseados, limpios, bien ordenados y en buena condición. De ser posible, aprenderán a hacerlos ellos mismos. Su producción naturalmente tendrá que ser de primera calidad. Estudiarán los libros sobre el hilado y todas sus implicaciones económicas, sociales, morales y políticas.
4.-Serán usuarios del khadi (tejido hecho a mano) todo el tiempo y utilizarán productos rurales en vez de otros similares, bien extranjeros o producidos industrialmente.
5.-No impondrán el Vandemataram (himno nacional) o la bandera nacional a otros. Podrán llevar insignias de la bandera nacional, pero no forzar a otros a hacer lo mismo.
6.-Deberán cumplir el mensaje de la bandera tricolor en sus propias personas y no abrigar ni enfrentamiento comunal ni intocabilidad en sus corazones. Cultivarán una amistad sincera con los creyentes de otras creencias y con los harijans (intocables) como si fueran de su propia sangre y familia.
7.-Priorizarán la asistencia con primeros auxilios a sus vecinos necesitados y participarán en la limpieza de los pueblos vecinos, así como instruirán a los niños y adultos de comunidades rurales.
8.-Aprenderán la lengua nacional, el hindustani, en su doble dimensión presente: dos formas de discurso y dos escrituras, de modo que puedan sentirse cómodos cuando se hable en hindi o urdu, o se escriba en devanagari o urdu.
9.-Traducirán a su lengua materna todo lo nuevo que vayan aprendiendo, y lo transmitirán en sus rondas semanales a los pueblos cercanos.
10.-No harán nada en secreto, serán transparentes en todos sus actos, llevarán una vida pura de autodominio, se desharán de todo el miedo y estarán siempre listos para proteger a sus compañeros de estudios más débiles, y para reprimir disturbios por el método no-violento aun a riesgo de sus propias vidas. Y cuando el momento final de la lucha llegue, dejarán sus centros educativos y, si es necesario, se sacrificarán ellos mismos para la libertad de su país.
11.-Serán escrupulosamente correctos y corteses en su comportamiento hacia sus compañeras de estudio.
Para desarrollar el programa que he esbozado para ellos, los estudiantes deben encontrar tiempo. Sé que malgastan mucho tiempo sin hacer nada. Con una planificación estricta, pueden ahorrar muchas horas. Pero no quiero ejercer una tensión excesiva sobre cualquier estudiante. Por lo tanto, aconsejaría que los estudiantes patrióticos perdieran un año, no de una vez, sino a lo largo de toda su carrera. Se darán cuenta de que un año ofrecido de esa manera no será una pérdida de tiempo. El esfuerzo que implica se añadirá a su capacidad mental, moral y física y habrán hecho, incluso durante sus estudios, una contribución sustancial al movimiento por la libertad".
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